Nilofar Bayat es la capitana del equipo de baloncesto de Afganistán en silla de ruedas y corre peligro de muerte. Con la entrada de los talibanes en Kabul, las mujeres están en el punto de mira. Y entre los primeros objetivos se encuentran las deportistas.
"Me van a matar, me van a matar. A los talibanes no les gustan las mujeres". Este ha sido uno de los gritos de desesperación y auxilio de una jugadora de baloncesto que ya sufrió la barbarie de los talibanes cuando tan solo tenía dos años. Mientras jugaba en el patio junto a su hermano, un misil impactó en su casa y se llevó por delante la vida de su hermano. Ella sufrió una lesión en la médula espinal que la llevó a estar más de un año ingresada en el hospital.
Su hermano perdió la vida tras el impacto de un misil en su casa. Nilofar sufrió una lesión en la médula espinal
Pero Nilofar encontró en el deporte una herramienta para luchar en un país donde las mujeres tienen cualquier actividad social limitada. Cada vez que ha jugado algún partido, ha tenido que soportar los descalificativos e insultos desde la grada. Pero ahora la situación es más trágica y lo que se juega es la vida.
En serio peligro, Nilofar ha pedido ayuda a diferentes estamentos internacionales, contactando con la Federación Española de Baloncesto, que está intentando tramitar su posible salida de Afganistán con destino a nuestro país.
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