Desde las canciones de Georges Brassens hasta las novelas de García Márquez el componente autobiográfico inunda la obra del autor. Es difícil diferenciar qué elementos narrativos son meros ejercicios imaginativos en esa reformulación de la experiencia. Tanto es así que Ernest Hemingway en su decálogo del escritor aconseja mezclarse estrechamente con la vida. Así pues, el carácter del 'yo', más o menos disfrazado de ficción, es el que fortifica toda obra egográfica de Montaigne a Rilke.
El lector malicioso pensará que es una manifestación exacerbada del narcisismo y, por el contrario, el sagaz aficionado verá en ella la sana intención de hallar el 'yo' mediante la destrucción del ego.
Pregunto a Rafael Sarmentero (poeta luisalbertiano y novelista burlesco) al respecto.
-¿Qué valor le das a la literatura egográfica?
-Elevado. Creo que atrae porque despierta nuestra naturaleza cotilla. De hecho intenté escribir Malasaña chai tea (su última novela) con un tono de diario por eso mismo.
Tan virtuoso es el recurso que todos nosotros nos apropiamos de esa primera persona del singular en un proceso de identificación total. Por ello, el cantor versa la historia de toda su tribu y, entonces, las voces de su pueblo resuenan en su garganta. No es de extrañar que Jonás Trueba titulara a su ópera prima Todas las canciones hablan de mi.
¿Qué es My way si no un canto a la introspección del inconsciente colectivo? ¿A caso Woody Allen en Manhattan no llega a sicoanalizar hasta su propia ciudad? Ya dijo el director José Luis Garci que el cine es la vida que elegimos de repuesto. Por ende, cabría decir que el arte existe porque la existencia es precaria y transitoria.
Los discos siempre te llevan a momentos concretos del pasado. También a estaciones. Hay discos de verano u otoño como hay rubias y morenas. ¿Otoño? El hombre del traje gris ¿Invierno? Blood on the tracks ¿Primavera? Honestidad brutal ¿Verano? Revolver.
Uno siempre se enamora de la misma chica. El hombre es monógamo por naturaleza. Sólo hace variaciones sobre un mismo tema. Es el principio de fidelidad hacia uno mismo. En el amor o en el arte sólo hay un camino que nos viene dado.
En el arte la búsqueda de la belleza no es lo único pero es un buen precepto para comenzar a observar nuestro alrededor. Dedicarse a los afectos, al amor, escuchar buenos discos, leer maravillosos libros, preparar comida rica...son algunas de las misiones más cabales para abandonarse.
Ya lo dijo Antonio Machado: "el arte es largo y, además, no importa".
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