El Archivo Histórico Provincial destaca en su pieza del mes el expediente penitenciario del célebre grabador jerezano Teodoro Miciano, como muestra de los cerca de 400 expedientes que originó la antigua cárcel de Jerez por delitos de rebelión al Régimen franquista. El artista es considerado uno de los punteros en la historia del sello y la moneda española durante el siglo XX.
El Archivo Histórico Provincial de Cádiz dedica el documento destacado de este mes de junio al expediente penitenciario de Teodoro Miciano Becerra, el pintor, grabador y diseñador jerezano, que fue encarcelado por "adhesión a la rebelión" en la Cárcel de Jerez después de la Guerra Civil, como represalia por haber colaborado con el PCE, con ilustraciones publicadas en el periódico Mundo Obrero.
Según la información recopilada por dicho Archivo, Teodoro Nicolás Miciano Becerra nació en la calle Cánovas del Castillo -actual Corredera-, en 1903, siendo el menor de cinco hermanos y el único que se quedó en Jerez -con apenas 10 años-, cuando toda su familia emigró a Argentina. En 1926 finaliza los estudios de Bellas Artes en Sevilla y continúa su formación en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, obteniendo en 1933 el título de profesor de dibujo en la Escuela Superior de pintura, escultura y grabado. Colaboró con el Ateneo de Jerez, como director artístico de su revista y fue docente en la Escuela de Artes y Oficios de Jerez entre 1929 y 1936, además de director comercial y artístico de la imprenta 
Nueva Litografía Jerezana. En esta etapa, le conceden el segundo premio de carteles de las Fiestas de la Primavera de Sevilla de 1929, obra que se publicaría como portada de la Guía Oficial de la Exposición Iberomericana de Sevilla de 1929. Al año siguiente, gana el concurso para el cartel de las Fiestas de la Primavera de 1930 de Jerez. Además, Miciano también es reconocido por los diseños de etiquetas de vinos para las bodegas Palomino y Vergara o Eduardo Bohórquez, entre otros.
En 1935 se traslada a Madrid, viviendo el inicio de la guerra civil en la capital, involucrándose en el Partido Comunista y colaborando activamente en el periódico del partido, Mundo Obrero. También colaboró estrechamente con la Consejería Delegada de Propaganda y Prensa de la Junta de Defensa de Madrid, y con el Instituto de Reforma Agraria de la República, publicando la cubierta del libro Cinco fechas en la revolución agraria. En 1939 intenta embarcar hacia Argentina en Valencia, para reunirse con su familia, pero no obtiene pasaje y acaba siendo detenido e internado en Alicante. Tras obtener un salvoconducto, se traslada a Jerez, pero aquí es denunciado por la Falange y detenido por la Comandancia Militar, siendo en 1940 juzgado con pena de prisión de 20 años de reclusión menor por auxilio a la rebelión militar -aunque dos años más tarde se le atenuaría la pena, y quedaría en libertad-.
Es entonces cuando se traslada a Barcelona, donde trabaja como ilustrador para editores de bibliofilia y firma obras destacadas como las ilustraciones de La ilustre fregona de Cervantes o Fuenteovejuna de Lope de Vega. Trabaja como docente en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona, y obtene una plaza de Maestro de Taller de procedimiento de la ilustración del libro. En la década de los 50, obtiene un total de 76 premios en concursos que se presenta para sellos de correos a la Dirección General de Plazas Africanas y por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. En 1953 obtiene la cátedra en el Conservatorio de las Artes del Libro, y obtiene multitud de medallas y premios conmemorativos en exposiciones nacionales e Internacionales, con diveras técnicas -buril, aguafuerte con aguatinta, mezzotint, xilografía, técnica de pluma, etc.-. En 1953 aparece el primer tomo de los cuatro que va a ser su obra más destaca y que se va a conocer como El Quijote de Miciano, de ediciones Jurado, que empezó a desarrollar en1947 en Jerez -con capital bodeguero de los jerezanos hermanos Jurado- y que no culmina hasta 1966. La obra está considerada como una de las ediciones mejor ilustradas de la obra cervantina, contiene 445 grabados al aguatinta en una exquisita edición de 300 ejemplares.
El artista es considerado uno de los punteros en la historia del sello y la moneda española durante el siglo XX, sobre todo como excelente grabador en la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre -aporta un dibujo preciso e introduce de manera fidedigna composiciones sencillas y de gran potencia expresiva en sus obras de huecograbados-. El jerezano participa en sellos conmemorativos alegóricos como los "XXV Años de Paz" en 1965, o as colecciones filatélicas "Pro Infancia. Alusiones a Fernando Poo y a Sahara Español" en 1960 y 1958, así como los sellos de "Guinea Española. Centenario del nacimiento de Manuel Iradier" en 1955. Respecto a su trabajo en moneda, destacan los reversos de las monedas de 5, 25 y 50 pesetas con el águila de San Juan ubicada tras un pequeño escudo de España, las cuales estuvieron vigentes desde 1957 hasta 1997. En 1974 se le concede la Medalla de Oro de la Bienal de Artes Gráficas de Florencia, el mayor premio internacional que se había otorgado a un grabador español, la cual no pudo recoger, ya que falleció días antes.
El expediente penitenciario de Teodoro Miciano, que se muestra este mes en el Archivo Histórico Provincial (Calle Cristóbal Colón, 12 -en Cádiz-), consta de 11 folios y 44 cuartillas, que abarcan desde el 9 de octubre de 1939 hasta el 29 de Marzo de 1955. Según la portada del documento, Miciano ingresa en la prisión de Jerez por primera vez un 25 de Junio de 1939, ordenado por la Comandancia Militar, a disposición del Auditoría de Guerra del Ejercito del Sur, con la edad de 35 años. Meses más tarde, el 13 de Octubre de 1939, el Juzgado militar nº 45 de Jerez le decreta prisión preventiva por el delito de adhesión a la rebelión y se lo comunica al director de la prisión de Jerez. En mayo de 1940 es juzgado por el Consejo de Guerra Permanente de Cádiz, por procedimiento sumarísimo 887/1939. La militancia y la actividad política de izquierdas anteriores a 1936 y los dibujos publicados en el periódico del PCE, Mundo Obrero, fueron decisivos para la fijación de la sentencia: condena a 20 años de reclusión menor por auxilio a la rebelión militar.
A través del documento destacado de cada mes, el Archivo Histórico Provincial quiere reflejar una muestra de los cerca de 14 km de papeles que forman los documentos que custodia. "Con este documento llegábamos a un fondo que no se había antes tratado muy a fondo. Por un lado, los expedientes penitenciarios de presos de la antigua Prisión de Jerez -ya derruida, que se ubicaba en la plaza Belén y -, y por otro lado, este es uno de los expedientes, al menos hay casi 400 que tenían que ver con delitos de rebelión por estar relacionados de alguna manera a la República, al Partido Comunista, la izquierda... Y que se les juzgó por ello", ha explicado a lavozdelsur.es Santiago Saborido, asesor técnico de Conservación e Investigación del Archivo Histórico Provincial de Cádiz. "Entre estos 400 expedientes penitenciarios, la mayoría eran de Jerez, aunque también de otros lugares de la provincia, de entre 1933 y 1955, elegimos el de Miciano porque es un personaje considerado por la Casa de la Moneda, Timbre y Grabado, como uno de los más importantes grabadores del siglo XX y porque es un personaje muy desconocido en Jerez", ha detallado Saborido.
Los Expedientes de reclusos de la Prisión de partido de Jerez de la Frontera suman un total de 2.314 unidades y fueron transferidos al Archivo Histórico Provincial por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, en concreto desde el Centro Penitenciario Puerto II, en 2010. En diciembre de 1935 en la cárcel de Jerez se acogían 55 presos, y ya en 1940 esta cifra había ascendido a más de 600 penados, según recoge el Padrón de población de Jerez.
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