Crítica de cine sobre la película 'Múltiple'. 

La verdad es que cuando empecé a leer tantas cosas buenas sobre el nuevo trabajo de M. Night Shyamalan me dije a mí mismo que quizá esta vez no haya metido la pata hasta el fondo como en sus anteriores películas. Así que me armé de paciencia y, con apenas un trailer visto, me preparé mentalmente para ir al cine a ver Múltiple. Y maldita sea, debería haberme quedado en casa.

-Spoilers con trastornos mentales en la sala. CUIDADO-

Los números que está haciendo Múltiple en las taquillas, tanto americana como española, son increíbles y más aún si miramos lo discreto que es su presupuesto. La historia se centra en tres chicas que son secuestradas por Kevin, un enfermo de esquizofrenia que ha desarrollado 23 personalidades y que conviven todas ellas dentro de su cabeza sin pagar alquiler ni nada. Esa es la premisa y también toda la película.  No hay nada más. Sólo un desierto de incoherencias, diálogos infantiles y un desarrollo argumental nefasto de una hora y 57 minutos de duración que se me hicieron eternos. Pero vayamos poco a poco, para que entendáis mi enfado con esta nueva estafa de M. Night Shyamalan. 

Si en algo ha destacado Shyamalan, es en la facilidad de atraparte lentamente en el interior de sus historias para luego, hacer contigo lo que quiera. La sorpresa, la tensión, el misterio, son elementos típicos en su filmografía y resultan muy agradecidos por la audiencia, pero en esta ocasión… brillan por su ausencia. En ningún momento, empaticé con las víctimas; tres adolescentes genéricas de este tipo de películas que sólo muestran torpeza en cada una de sus acciones. No transmiten lástima o pena, todo lo contrario, sus diálogos y reacciones las convierten en meros objetos, en los raíles por los que debe pasar esa locomotora que es James McAvoy en su viaje a la transformación (de la que hablaré más adelante). De ellas tres, solo Anya Taylor-Joy (The Witch) tiene algo de historia y de mayor peso. Sus silencios y esa mirada perdida y de miedo constante, son casi lo único que esta cerca de transmitirme la sensación de que sí teme morir a manos de un psicópata con personalidad múltiple. 

La cinta pivota entre tres localizaciones: Las sesiones de Kevin en casa de su psicóloga, el búnker subterráneo donde están las chicas secuestradas y los flashbacks del pasado del personaje de Anya. Pero ninguno de ellos está bien aprovechado. Las sesiones deberían acercarnos a conocer a Kevin y a sus personalidades más poderosas, pero no. Las veces que visita a la psicóloga parece el día de la marmota: mismas frases, mismas caras y mismas reacciones.  En el búnker, que apenas es presentado, todo sucede casi a cámara lenta y en lugar de dedicar tiempo a conocer a las secuestradas o a ver a Kevin en acción, no solo lo usa para aportar tan poco a la historia que el sopor hace acto de presencia demasiado pronto. El último escenario son los flashbacks y la verdad… demasiado metraje para que sólo sean utilizados como recurso en determinado momento de la historia. Recurso que resulta demasiado fácil, predecible y que me parece una huida por la puerta de atrás cuando llega el momento de tener que cerrar la historia. Quizá lo que más me molesta de Múltiple es su giro inesperado de acontecimientos. Siempre he creído que es mucho más terrorífico explicar de forma racional un hecho que de base es racional. Lo que puede ser real, nos asusta siempre más. Para justificar este razonamiento, tomaremos de ejemplo la película o el libro de Dragón Rojo.  En ella, Will Graham, con ayuda del doctor Hannibal Lecter debía hacer frente a un psicópata que asesinaba familias enteras y que buscaba algo parecido a lo que anhela Kevin en esta historia : una transformación.  Francis Dolarhyde se escudaba en apenas unos dientes postizos, un tatuaje en toda la espalda y unas creencias muy extrañas para convertirse en un ser superior, en el Dragón Rojo.  Y daba miedo. Verlo comportarse como tal, con su mirada y sus actos era terrorífico.

En este caso las 23 personalidades de Kevin creen en la llegada de la número 24, "la bestia”. Pero lejos de darle esa carga de realidad, la sorpresa nos llega de forma irracional, son una salida por la tangente que me borró por completo de la película. Ya no me asusta porque no me lo creo. La última vez que vi que se juntaran varios elementos para crear algo superior, fue en los Power Rangers. Y aquí no hay necesidad de metamorfosearse señores…

Si se hubiera centrado más en Kevin, en su enfermedad, todo habría sido mejor. Las veces que el guión se preocupa de contarnos qué ocurre dentro de esa cabecita es cuando la cinta rompe la barrera de la previsibilidad y brilla; hablan de un una especie de “juego de la silla” en la que sólo se puede sentar la personalidad que tenga la luz para poder intervenir (y de paso, “manejar” a Kevin). Eso, amigos, es una idea maravillosa. Las cosas como son. Esa idea y James McAvoy son lo mejor de todo Múltiple.

McAvoy nos regala una actuación para el recuerdo con unos cambios de registro en apenas segundos que son dignos del mejor de los genios. La pena fue verla doblada al castellano, porque nos hemos perdido los juegos de voz que hace con cada personaje. Ya sea como niño de nueve años, como mujer o como maníaco obsesivo de la limpieza y el orden, el señor McAvoy resulta muy convincente en su labor… pero no llega a darme miedo o a crear tensión en su labor de secuestrador por culpa de la falta grave en su ritmo narrativo de la que hace gala Múltiple. Y este es mi enfado. Me da igual que la película esté realizada de forma magistral y que el nivel técnico general de la misma esté por encima de la media de este tipo de producciones, por que el contenido y el cómo está narrado no me convence.

Lo mejor: Todo el apartado técnico, el enorme James McAvoy y algún momento en el clímax final.

Lo peor: Todo lo que rodea a las secuestradas, su soporífero desarrollo y su previsible y fácil conclusión.

Bonus Track: Los fieles seguidores de Shyamalan tenéis por ahí escondida una pista de cuál será la siguiente película que os hará mucha ilusión. Fijo. 

Puntuación: 5/10 (No la suspendo por miedo a ser lapidado).

Sobre el autor:

claudia

Claudia González Romero

Periodista.

...saber más sobre el autor

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído