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Los hermanos Adela y Rafael entretejen sus respectivas autobiografías tanto en solitario como compartiendo sus experiencias recíprocas.

El Teatro Villamarta acoge esta noche un espectáculo familiar, el de los hermanos Campallo –Adela y Rafael–, que ahora se muestran juntos en Sangre, en el que ambos ambos exhibirán sus respectivas autobiografías tanto en solitario como compartiendo sus experiencias recíprocas en el escenario del coliseo jerezano. “Lo que nos une es la sangre”, dicen los Campallo, que tras muchas colaboraciones recíprocas, afrontan ahora su primera obra juntos.

Tanto Adela como Rafael se mostrarán en solitario, puesto que, aunque hermanos y partiendo del tronco común del baile sevillano, tienen su propia personalidad artística. “Nos conocemos muy bien”, afirma la bailaora, y, por esa razón, a veces encuentran diferencias en la manera de ver las cosas. El baile de los Campallo podrá apreciarse tanto en su versión masculina como femenina, lo cual acrecienta el punto de mira del espectáculo sobre la estética del baile sevillano. “Dentro de la sencillez, pero reflejando la trayectoria de cada uno”, asegura Adela. “Cada uno su forma de sentir las cosas”, precisa Rafael. Esa trayectoria individual discurrió en un tiempo en el ámbito del tablao Los Gallos, en el caso de la bailaora, y en los escenarios teatrales, en lo que respecta a él. “Potencia y delicadeza, al mismo tiempo. Eso es lo que somos los Campallo”, sentencia Rafael.

El inicio de Sangre lo marcan fandangos y tangos de Triana, un número donde Adela y Rafael compartirán escenario para no volver a coincidir hasta el final por soleá, palo que bailaran juntos por primera vez y que refleja “nuestra madurez”, aseguran. En esa soleá de cierre su diversidad se transfigura en una compenetración tal que Adela dijo sentir “el mismo ritmo de respiración y pulso de inspiración” que su hermano. Y el tono familiar se eleva con la presencia del cante de su madre, pues “nos dio la vida y tenía que estar presente”.

No obstante, los hermanos han querido sumar otros artistas a su montaje para rememorar otros episodios de su trayectoria. En el número titulado Santa Cruz –por caracoles y bulerías– Adela tendrá la compañía de Hugo Sánchez y Begoña Arce. Lo mismo sucederá con Rafael en A espejo por farruca, al contar con la colaboración especial de Raúl Gómez. Carmen Ledesma protagoniza con Adela el paso de ésta por el tablao de Los Gallos que, para la ocasión, incluso ha tenido la gentileza de ceder un cuadro. En solitario, Adela conducirá su baile por petenera y seguiriya (Un febrero) y, a continuación, lo hará Rafael por alegrías (Barbal).

Otro hermano de los Campallo, Juan, asume la dirección musical y estará sobre el escenario con su sonanta junto al también guitarrista David Vargas. El elenco artístico lo completa el cante de Enrique ‘El Extremeño’, Jesús Corbacho y Londro, así como la percusión de Raúl Botella y Javi Silva. En este Sangre, cuya dirección artística corre a cargo de Mercedes de Córdoba –bailaora de la Compañía de Eva Yerbabuena- quieren expresar quién es cada uno hoy. Cada uno contará su historia, pero sin dejar lo que los une.

Cante de mujeres jerezanas

De otro lado, el cante jerezano será el protagonista del ciclo Los conciertos de Palacio que, sin amplificación acústica, tiene lugar en el Palacio Villavicencio. Dos mujeres, Tamara Tañé y Eva Rubichi, asumirán este reto. “Es un cante de poderío, de espontaneidad pero, a la vez, sabiduría y templanza”. Así definen algunos a Tamara Tañé, que se ha distinguido por formar parte de las compañías de Rafael Amargo o de espectáculos como Mujeres, que dirigiera Mario Maya. En el Palacio Villavicencio estará acompañada por la guitarra de Miguel Salado y las palmas de Manuel Salado y Carlos Grilo. “Voy a dar lo que tengo, lo que soy”, señala. Se medirá por palos de Levante y seguiriyas y, luego, “ya iremos viendo”.

La vinculación de Eva Rubichi con el flamenco se inicia a temprana edad. Ligada a una de las familias de este arte singular, toma su nombre artístico de la rama de su marido, el guitarrista Domingo Rubichi, que le acompañará en la cita del Palacio Villavicencio. “Los Agujetas y los Rubichi, para mí, son dos puntales del flamenco”, asegura. En su recital, que tanto ella como Tamara Tañé dedican al guitarrista Barullito, recientemente fallecido, podrá apreciarse “todo lo que es mi vida, lo que puedo transmitir a la gente”. Y eso no es otra cosa que “lo que he vivido en calles, peñas y fiestas de Jerez”.
 

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