El verano es una estación transparente, como una urna, a pesar del humo y las bolsas de plástico. Hay demasiada luz, por eso buscamos los sombríos, para leer y pensar mejor. Cuando el horizonte se extiende y aleja, incluido el tiempo, es el momento de las lecturas aplazadas, el momento de la verdad: entonces comprobamos si las promesas de felicidad se cumplen o si recuperamos nuestra mirada escéptica. Así que durante estas semanas hablaremos de poesía, novela y ensayo. Y, por supuesto, admitimos sugerencias de los lectores, porque en el infinito universo de las letras, cada libro es el centro.

El Premio Alfaguara de Novela 2017 lo ha ganado este año Ray Loriga, por Rendición. Con la guerra de fondo, en un lugar que podría ser cualquiera, nos describe la irracionalidad de los conflictos, el destierro y la sociedad perfecta construida por los vencedores. El narrador habla claro, porque es un hombre de la tierra. Nos cuenta la evacuación forzosa de la comarca en la que vive junto a su mujer y un niño que han recogido. Tienen dos hijos en el frente, de los que nada saben. Todos los habitantes de la comarca son enviados a la ciudad transparente, una sociedad de cristal, autosuficiente, donde los ciudadanos son felices. Como toda distopía, Rendición nos obliga a pensar el presente, los mecanismos del poder, el concepto de bienestar y de libertad.

Cuando he terminado Rendición me he topado con Prólogo para una guerra, de Iván Repila (Seix Barral, 2017), que también habla de las ciudades. A través de dos personajes, el arquitecto Emil Zarco y el Mudo, el autor nos muestra dos formas antagónicas de pensar la sociedad, dos formas distintas de habitarla y proyectarla. Iván Repila es escritor, editor y gestor cultural. Ha publicado ya varias novelas, y alguna va a ser llevada al cine y al teatro.

Y como tanta seriedad a la sombra no es conveniente, hay que leer o releer Fabulosas narraciones por historias, de Antonio Orejudo (Tusquets 2007). La novela habla de la Residencia de Estudiantes. Aparecen Juan Ramón Jiménez, Ortega y Gasset… pero no se asusten. Lo que ahí se narra no tiene desperdicio. Es divertida, ingeniosa, irreverente, compleja y absorbente.

La OEI (Organización de Estados Iberoamericanos) y Los Libros de la Catarata editan Ensayos Ciencia y Sociedad. Son libros de divulgación que tratan sobre ciencia, tecnología y sociedad. Son breves ensayos con enfoque didáctico que pueden ayudarnos a comprender cómo surgen las teorías científicas y los sistemas tecnológicos. La descripción de la interacción entre los intereses sociales y las instituciones científicas nos aleja de esa visión idealizada de la ciencia que en muchas ocasiones se nos transmite. Los dos últimos títulos están dedicados a las controversias en la historia de la ciencia y a la comunicación científica. José Antonio Acevedo-Díaz y Antonio García–Carmona en Controversias en la historia de la ciencia y la cultura científica hablan de Semmelweis y la fiebre puerperal, de Pasteur y Pouchet (la generación espontánea), de la controversia entre Liebig y Pasteur sobre la fermentación, de Rosalind Franklin y el ADN, y sobre Tesla y Edison. José A. López Cerezo en Comprender y comunicar la ciencia analiza la comunicación y la divulgación científica desde todas sus dimensiones. Ambos libros están escritos para llegar al gran público. Además, como los autores han impartido cursos de postgrado sobre estos temas, los capítulos están escritos si excesivos tecnicismos, con multitud de ejemplos y esquemas para facilitar la comprensión. Es una colección muy útil para los filósofos, los periodistas y comunicadores de la ciencia, y para todo aquel que quiera tener una cultura científica crítica. Los títulos anteriores están dedicados al desarrollo tecnológico, al movimiento antivacunas, a la aritmética, a la pseudociencia, la alimentación…Ya nadie duda de que nuestras sociedades postindustriales, vertebradas por el consumo, no quieren ni oír hablar de la pobreza. En la charla con Cristina Fallarás, dentro de Los Veranos de lavozdelsur.es, se habló de pobreza en primera persona. Muchos de los presentes quizás se sintieron incómodos, bien porque creían estar ante una representación, bien porque no lo veían pertinente. No estamos acostumbrados a hablar de pobreza real, pero en nuestro entorno existe. Esa aversión puede ser fruto de múltiples causas: culturales, políticas, sociales, económicas, biológicas… Adela Cortina ha creado una palabra nueva: aporofobia. Significa odio, miedo, o rechazo al pobre. Y así se titula el libro que ha publicado en la editorial Paidós para analizar este fenómeno desde todos los planos: Aporofobia, el rechazo al pobre. Un desafío para la democracia. La escritura de Adela Cortina, con un estilo limpio y preciso, nos permite en todas sus obras abordar la realidad social concreta con las herramientas conceptuales adecuadas.

El humo nos recordó hace unas semanas que tenemos un país al lado llamado Portugal. Los incendios forestales nos empobrecen a casi todos. Nos arrebatan la transparencia y nos arrojan sombríos pensamientos. No nos queda más remedio que leer y pensar, y acercarnos a la cultura portuguesa… La revista CAL ya va por el número cuatro. En el consejo editorial está el profesor y poeta jerezano Pedro S. Sanz (Razón de las islas, Anantes, 2017). En la revista hay poemas en castellano y portugués. Es una buena oportunidad para acercarnos a los escritores actuales lusos. Y mientras leía CAL, me he acordado de Pensar, de Vergílio Ferreira (Acantilado, 2006). Son 677 pensamientos sobre la vida, la literatura, la sociedad, la creatividad, el arte, la muerte, la identidad… Pensamientos sin fronteras para degustar a la sombra.

Sobre el autor:

juan carlos gonzalez

Juan Carlos González

Filósofo

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