El conocido café bar de la calle Francos Damajuana, que en 2017 cumplió su vigésimo aniversario, inaugura en su interior un espacio escénico que, con un aforo reducido de 45 butacas, albergará durante todo el otoño conciertos íntimos de jazz, flamenco y música clásica. La iniciativa, que parte de la propia relación con el emblemático estudio de grabación, producción y management La Bodega, persigue ofrecer una variada oferta cultural a la ciudad de forma prolongada en el tiempo. Para ello nace, El Cuarto Creciente, una sala que es al mismo tiempo una asociación cultural presidida por el músico jerezano Melchor Campuzano en compañía de Luis Román, actual director de la Banda Municipal de Música.
Josema García-Pelayo, que recibe a lavozdelsur.es en este nuevo contenedor cultural, reconoce que dado el éxito de la programación de este otoño ya están reservando fechas de conciertos para celebrar a partir del próximo mes de enero entre los que se encuentran —dice en exclusiva—, figuras como el cantautor portuense Javier Ruibal o el armonicista, con su dúo de piano y armónica, Antonio Serrano.
"La idea era hacer algo diferente a lo que habitualmente hacemos en Damajuana ya que al fin y al cabo estamos rodeados de copas y ruido", comenta sobre la variopinta actividad musical que el café bar desempeña desde los años 90 en el patio de esta céntrica casa-palacio de finales del siglo XVI. "Como con el estudio tenemos relación con muchísima gente, por ejemplo Jorge Pardo, que viene mucho por aquí, o Dani de Morón, hemos intentado agrupar todo eso", explica mientras abre la tapa del piano, que sirve tanto para los conciertos como para el uso familiar de sus propias hijas. "Aunque tengamos el piano y la programación sea de jazz, clásica y flamenco, pensamos en abrir este espacio a cualquier actividad cultural", añade.
Josema García-Pelayo durante el encuentro con este medio. FOTO: MANU GARCÍA.
"Ahora vamos a poner aquí un metacrilato luminoso", explica el productor musical, que ha remodelado esta estancia superior de la casa-palacio donde con anterioridad se colocaban también piezas de arte, ahora reservadas a toda la galería del pasillo. La acústica, que reconoce que no ha sido nada fácil de trabajar, es ahora excelente, gracias a unos paneles laterales y unas cortinas que absorben cualquier posibilidad de eco en pos del disfrute escénico. "Quiero que en algún momento se puedan hacer proyecciones, cine, conferencias, poesías, monólogos o teatro", concluye sobre el gran abanico de posibilidades que ve en la sala.
La buena acogida de esta primera etapa de El Cuarto Creciente se percibe desde su inauguración el pasado 20 de septiembre hasta la celebración de los primeros conciertos y el ritmo de venta de entradas. El espacio, que ya ha contado con la presencia del guitarrista Juan Diego Mateos, y que lo hará este mes con la de Jorge Pardo —el cartel de sold out ha obligado a poner en marcha una segunda sesión a las 22:30 horas—, o la de Antonio Agujetas y Vicente Santiago, entre otros, esta siendo también un éxito entre los propios artistas.
La sala —confiesa Josema—, debe su nombre a su amigo Fernando Pinteño, y habla precisamente de cómo se crece la noche en este referente de la cultura en el centro de Jerez. Una nueva propuesta "abierta a todos y para todos", tal y como expone el manager jerezano que vio nacer a Los Delinqüentes y lleva años acompañando en La Bodega a revelaciones y numerosos artistas de prestigio. La calle Francos es ahora una luna en cuarto creciente.
La programación de El Cuarto Creciente.
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