Los reconocimientos siempre son bienvenidos. Y si son en vida, mucho más. Por ello, que la Caracolá de Lebrija va a conceder su máxima distinción a una lebrijana universal como es Inés Bacán, siempre será buena nueva. Tanto para ella y su familia. Como para la familia del flamenco. La nacional y la internacional. Sobre todo, la de Francia, donde la cantaora es una diosa todopoderosa, pise el escenario que pise del país galo.
Así pues, a los 71 años, la hija de Sebastián Peña Peña 'Bastián Bacán' y Ana Peña Vargas ‘del Pelao’ recibirá el Caracol de Oro de la 59 edición de un evento que es un clásico del calendario flamenco de verano en Andalucía. La artista lebrijana se ha mostrado “muy agradecida” por recibir este galardón del festival flamenco de su ciudad natal que le será entregado en la noche grande del festival en julio de 2024.
Inés Peña Peña 'Inés Bacán' (Lebrija, 1952) pertenece a una de las dinastías flamencas más importantes del flamenco, pero no fue hasta 1990 cuando esta heredera del legado de Los Pinini inicia sus primeros pasos profesionales de la mano de su hermano Pedro Bacán. La grabación de ‘Noches gitanas en Lebrija’ supuso el descubrimiento al mundo de una artista que hasta entonces solo se prodigaba en reuniones familiares y fiestas de carácter íntimo y privado.
De la mano de su hermano comienza a recorrer el mundo entero y graba su primer trabajo discográfico en solitario en 1995 bajo el título De viva voz bajo el sello Auvidis Ethic y en la Bienal de Flamenco de Sevilla de 1996 es parte fundamental del espectáculo Marisma. Del pentagrama a la fuente de Pedro Bacán.
En lo concerniente a la Caracolá de Lebrija, su primera intervención como cantaora protagonista llegó en la edición número 32 de la mano de su primo Juan Peña El Lebrijano (Lebrija, 1941 – Sevilla, 2016) y, tras la muerte de su hermano Pedro, marca un punto de inflexión en su trayectoria profesional participando en festivales y peñas o colaborando en discos y espectáculos hasta 1998 donde graba Soledad sonora, bajo el mismo sello y acompañada por Moraíto Chico.
Tras ser reclamada por David Peña Dorantes (Lebrija, 1969) para participar en su disco Orobroy en 1998, se abre camino en los principales festivales flamencos internacionales, convirtiéndose en referencia absoluta de los organizados en Mont de Marsán o Nimes a partir de 1999, hasta el punto de ser reclamada por Israel Galván para el espectáculo Tábula Rosa y comenzar una etapa prolífica que se prolonga hasta la actualidad.
Inés Bacán mantiene actualmente viva la esencia de los cantes de Lebrija y sus conocimientos del cante y la solera que preserva la han llevado a obtener galardones y reconocimientos, como la XXVII Palma de Plata Ciudad de Algeciras (2019) o el homenaje del XXXIII Circuito Flamenco de Peñas de Sevilla (2020).



