Historia de las sevillanas: origen y evolución

Reconocidas legalmente por la Real Academia Española en el año 1884, en este reportaje profundizamos en el origen, la evolución y la situación actual de las sevillanas como el baile regional más bailado de España y, probablemente, uno de los más famosos del mundo

Desde su origen, las sevillanas se han convertido en uno de los bailes más famosos de España.
Desde su origen, las sevillanas se han convertido en uno de los bailes más famosos de España. Las boleras del beso de Manuel Rodríguez de Guzmán (Museo de las Bellas Artes de Sevilla)

Definida por Manuel Machado (Sevilla, 1874 – Madrid, 1947) como la copla graciosa y tierna donde hasta las palabras danzan y juegan, el paso del tiempo ha convertido a las sevillanas en la música regional más bailada y cantada en España y podríamos decir que del mundo entero. En este artículo, vamos a indagar sobre su origen y evolución, así como en aquellos artistas y grupos que la han convertido en una melodía universal.

Por establecer un primer contacto, podríamos decir que su origen podría estar situado en la ralentización de los compases de las zarabandas desenfadadas de la Sevilla del Renacimiento que, a partir del siglo XVII, se transformaron en la seguidilla que se bailaba a coro en el Barrio del Arenal de la capital andaluza, para pasar posteriormente a recorrer los distintos caminos que han desembocado en el palo flamenco que es actualmente.

Un dato para tener en cuenta sobre su nacimiento es su aparición como estilo independiente de las seguidillas en el siglo XVIII, dentro de los versos del poema La Quincaida del Conde de Noroña en 1779, donde se hace alusión de forma directa tanto a la malagueña como a la sevillana, estilo que aparece también muy documentado en todos los bailes celebrados en Sevilla en el siglo XIX, influido de forma notable por la escuela bolera de esta época. No obstante, no fue hasta el año 1884 cuando el término sevillanas fue reconocido legamente por la Real Academia Española.

Dos mujeres bailando sevillanas en la caseta de lavozdelsur.es de 2016. FOTO: JUAN CARLOS TORO.
Dos mujeres bailando en la caseta de lavozdelsur.es de 2016.   JUAN CARLOS TORO

En la actualidad, la sevillana es el baile regional más bailado de España y, casi podríamos asegurar, que también en el extranjero, ya que suele ser la pieza de cabecera en el aprendizaje de todos aquellos que se acercan al mundo del flamenco, en las innumerables academias de baile que hay repartidas por todo el mundo. Y, como todo palo flamenco, la sevillana juguetea y bebe de distintos estilos musicales.

En sus inicios, compartió losas de salones nobles de casas de alta alcurnia junto con las danzas boleras, pero como suele ocurrir casi siempre, al hacer el pueblo suyo estos compases de tres cuerpos, subdivididos en tres tercios y comenzar a cantarse en ferias, cruces de mayo o romerías, se fue transformando hacia los cánones con los que hoy se conoce.

El siglo XX: revolución definitiva

A mediados del siglo pasado, en detrimento de las tonadillas de postguerra, las sevillanas tienen su eclosión con la aparición de nuevas voces —generalmente en grupo—, intérpretes y autores, que no dudan en buscar otros caminos a aquella sevillana decimonónica y que no podía quedarse como un bello fósil en el estrecho molde de una seguidilla.

Conscientes de la evolución de otras manifestaciones artísticas, en la década de 1950 hacen aparición los primeros discos con los hermanos Toronjo como pioneros, quienes tal vez ni imaginaban en aquel momento lo que supondría para el futuro el registro de sus canciones. Las letras de los alosneros Paco y José se hicieron míticas, sobre todos aquellas conocidas como sevillanas bíblicas, si bien después se decantaron por dedicarle sus letras a la Virgen del Rocío y su romería.

Paco Toronjo en la película Sevillanas de Carlos Saura en 1992.

Y como fruto de esa senda abierta por estos hermanos de la población onubense, muy cerca de allí aparecieron los hermanos Reyes y, con ellos, llegó su revolución. Originarios de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), su particular forma de concebir las sevillanas les llevó a incluir cambios drásticos en su interpretación, como la diversidad completa en la melodía sin repetir de un palo a otro durante su ejecución, dedicar sus versos a monumentos, tradiciones, calles, puentes e historia de Sevilla, además de la Virgen del Rocío y su romería. Y conviene destacar también que, con los Hermanos Reyes, emerge como compositor en ese tiempo una figura fundamental para el género: Manuel Pareja Obregón.

Popurrí de los Hermanos Reyes para Televisión Española.
Manuel Pareja Obregón interpretando algunos de sus mejores éxitos en el año 1988.

De todos modos, aun cuando su eclosión surge a mediados del siglo pasado, no podemos pasar por alto que la primera solista en destacar en el género fue Pastora Pavón Cruz La Niña de los Peines y que, además, los artistas más grandes del mundo de la copla también las hicieron suyas en algún momento. Tal es el caso que Concha Piquer, Estrellita Castro, Gracia Montes, Paquita Rico, Lola Flores, Gracia de Triana, la Niña de La Puebla, Miguel de Molina o María Jiménez llegaron en algún momento de su trayectoria no solo a grabarlas, sino que incluso llegaron a realizar alguna película donde las inmortalizaban.

La Niña de los Peines grabó junto a Ramón Montoya estas sevillanas en 1910 para el sello Zonophone.

A partir de la década de 1960 surgen grupos que se dedicaban exclusivamente a este tipo de cante, entre los más famosos se encuentran Los Romeros de la Puebla, Amigos de Gines, Los Choqueros, Los de la Trocha, Los Marismeños, Ecos del Rocío y los revolucionarios Cantores de Híspalis, que la llevaron a lo más alto y le dieron dimensión mundial a este cante. En esa época, no podemos dejar atrás en su vertiente de solista a Francisco Palacios ‘El Pali’, uno de los más conocidos en la ciudad, apodado "el trovador de Sevilla", que cantó principalmente a Sevilla y sus tradiciones.

Videoclip oficial de Los Romeros de la Puebla cantando Palabras que se dicen por la arena en el año 2007.

Durante la década de 1980, con la inercia de los coros de las hermandades del Rocío, surgieron formaciones que alcanzaron grandes cotas de fama y consideración, como los coros de las hermandades del Rocío de Almonte, Huelva, Emigrantes de Huelva, Coria, Jerez, Sevilla y Triana, quienes añadieron  alguna característica de polifonía coral clásica. Y separándose un poco de lo que son los coros sin dejar de ser otro, aparece Raya Real, cantándolas de manera distinta, siendo conocidas sus versiones aceleradas de antiguos éxitos.

Los del Río, más allá de su universal Macarena, José Manuel Rodríguez El Mani, María del Monte, María de la Colina, Manuel Orta, Paco Millán y un largo etcétera conforman una lista de intérpretes a los que las sevillanas, en su vertiente más actual, le han reservado también un hueco importante en una historia que hunde sus raíces en el pasado, pero que sabe ir abriéndose paso y actualizándose conforme al inexorable paso que marca el tiempo, la historia y el devenir diario.

Sobre el autor:

David Montes

David Montes

Comunicador, flamencólogo.

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