José María Cruz Novillo, padre del diseño en España, pone el broche de oro a 'Trayectorias' en la Escuela de Arte.

Visionario y creador. Una institución. Profesor y alumno del universo, además de acoger con los brazos abiertos todos los elementos que lo rodean. José María Cruz Novillo (Cuenca, 1936) es el padre de algunos de los logos que pueblan nuestro imaginario colectivo, desde medios de comunicación como El Mundo o la Cope hasta la marca de la ONCE y el famoso logo del puño y la rosa del PSOE. De alguna manera es el padre del diseño en la España moderno que heredamos hoy. Sin dejar de aprender en cada paso que da, abraza con cariño a los grandes aliados de la publicidad y el arte en estos tiempos como son las nuevas tecnologías. Elemento clave que permite al artista sobrevivir y aportar al conjunto de la sociedad. Esos jóvenes del mañana que, en muchos casos, ya son presente admiran la figura de Cruz Novillo, un profesor de la vida que siembra de optimismo todo lo que imagina o realiza.

Los valores de la sociedad son factores esenciales a la hora de crear sin dejar de lado los del propio artista, un soñador que desde joven ha aprendido de todo el mundo, pese a haber vivido la posguerra y las crisis políticas. “El futuro es lo que nos espera a todos y todo lo que hacemos va a terminar siendo un testimonio de nuestro paso por la vida”. Acompañado de su hijo, el cual ha heredado su pasión por el oficio de su padre, asiste en Jerez al encuentro de Trayectorias, que organiza la Escuela de Arte. No solo viene a enseñar, sino también a aprender de los jóvenes talentos. Pero también a persuadirles de una idea importante para el futuro: “Deben aprender que no se debe copiar jamás, no hay más horrible en esta vida que copiar a sabiendas de que lo estás haciendo”.

¿El artista cuando diseña debe cumplir con unos valores sociales?

Todo lo que le sea posible. El futuro es lo que nos espera a todos, y todo lo que hacemos acabará siendo un testimonio de nuestro paso por la vida. Cuanto más nos preocupemos de eso, más aplicados seamos y nos los tomemos más en serio, todo será más positivo para el futuro. No ocuparse de eso es una gran irresponsabilidad, estamos fabricando un futuro que puede acabar siendo feísimo y tenemos que ser especialistas en que las cosas sean lo menos feas posibles.

¿Es el artista un visionario?

El artista es la mejor descripción de la creación. Cuanto más creador sea, será mejor para todos. Cuantas más cosas innove, mejore o cambie, será siempre positivo porque es el paso del artista en la vida.

Posee trabajos importantísimos, ¿alguno que le haya marcado de manera especial?

Hay muchos que me han marcado y afortunadamente son muchos a lo largo de todas las épocas que he vivido. He querido siempre buscar ese elemento que posea la máxima potencia para resistir el paso del tiempo. Hay decenas de trabajos que me hacen sentir muy feliz. Dentro de lo que me es exigible he tenido un paso positivo por la vida, cosa de la que los artistas somos muy celosos.

Es usted un maestro para las nuevas generaciones, ¿qué les dice a esos jóvenes del mañana?

Lo que más me gustaría que aprendieran es que no se debe copiar nunca jamás, hacer algo es siempre para tratar de innovar para el resto de la humanidad. Lo más intolerable que puede ocurrir es copiar a sabiendas de que lo haces. Te engañas a ti mismo y engañas a los demás, eso es algo que deben aprender los jóvenes.
La persuasión es algo con lo que juega el artista.

Sí, intentamos predicar con el ejemplo. Después de intentar hacer las cosas lo más innovadoras posibles, hay que explicarlas de la mejor manera posible para que sea un ejemplo fácil de homenajear o aprender, de tomarlo como norma para cualquiera que le interese esa hipótesis. Los artistas trabajamos para un futuro optimista, afortunadamente soy muy mayor, he sido buen profesor y un buen ejemplo para los que han venido después de mí. Pienso seguir haciendo lo mismo todo el tiempo que me quede posible.

¿También es alumno de la vida?

Por supuesto. No he hecho otra cosa que aprender del universo y de todos los elementos que me rodean. He vivido épocas precarias, con muy pocos recursos, en un país subdesarrollado que ha vivido una crisis política a consecuencia de una posguerra atroz. Intento convencer siempre que es posible luchar contra viento y marea, el aprendizaje que la vida nos ofrece es siempre prodigioso y se trata de saber aprovecharlo. Ser esperanzado y tomarlo como un desafío personal, es el deber que contraemos unas personas con otras.

¿Ve un futuro esperanzador?

Lo veo optimista. Tenemos un aliado desde hace mucho tiempo que es el propio desarrollo tecnológico el cual es una bendición. Poco a poco el tiempo nos da herramientas prodigiosas y esto solo ha comenzado. Tengo una gran esperanza en ese futuro, soy un ejemplo de que se aprende si se tiene ese interés. En pasos rapidísimos se pueden aprender maravillas. Soy buen profesor porque soy un maestro esperanzado, siembro optimismo porque además cuando hablo de hacer las cosas que nunca se han hecho, lo hago para ser feliz. No hay nada más importante en la vida que hacer feliz y sentirse creador de la propia vida o entorno.

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Borja García Tejero

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