Manuel Rodríguez, jerezano afincado en Madrid desde hace 17 años, dirige y presenta en Radio Clásica ‘El Cante de Jerez’, un espacio que emite lo mejor del pasado, presente y futuro del flamenco de la ciudad.
Su voz invade cada domingo el corazón de los oyentes a través de Radio Clásica. Al igual que la verdad del alma, Manuel Jesús Luis Rodríguez (13 de Mayo de 1979, Jerez) desnuda el flamenco con los sentimientos más puros de los cantaores. Desde el pasado verano, su programa El Cante de Jerez se ha convertido en un espacio en el que la trascendencia de voces como las de El Torta, Rubichi o Capullo, pellizca a quien escucha al otro lado.
Nació en La Vid pero fueron los quejíos flamencos de su padre Manuel los que empezaron a destacar en los oídos de este jerezano. A pesar de que el flamenco le tocó desde muy joven, su pasión por esta música no despertó hasta que se marchó a Inglaterra para empezar a abrirse camino. Siendo más joven también vivió su época de rebeldía al tener un grupo de rock-punk llamado La Venta del Nabo. Lo curioso de esto, es que Manuel disfrutaba como un crío escuchando música clásica o devorando libros de poesía.
Su vida es una historia cualquiera como la de otro jerezano que se marchó de su ciudad. Es como el título de aquella película que no logró que se distribuyese. “Hice una película pagada por mí que se llamaba Una Historia Cualquiera. No se ha llegado a estrenar. La mandé a festivales pero no hubo fortuna. Ahora la quiero volver a montar junto a un amigo. A ver si hay suerte”.
Se marchó a Madrid hace 17 años para dar rienda suelta a su pasión por el cine y el teatro. Enamorado de la cultura y enemigo de las fronteras, las que considera como el peor invento que se ha creado, llegó a la capital para aprender técnica teatral, una profesión que nunca ha dejado de estudiar de la misma manera que no ha dejado de caminar descubriendo a gente tan especial como Juan Moneo.
Desde hace 11 años, Manuel compagina su programa de radio con las labores que realiza detrás de la barra de las Bodegas Alfaro. Un bar especial de Lavapiés que se ha convertido en una universidad de la que ha vivido historias que se han quedado marcadas en su vida a fuego. “Este trabajo es más que una escuela para mí. Aquí se vive el flamenco como si fuera la vida. Llevo once años trabajando aquí y para mí es como mi casa. Me lo tomo como un escenario, un cuarto en el que se reúnen cantaores. Por aquí pasan personas, historias humanas que pueden estar relacionadas con el flamenco o no”.
Fue en esta barra de bar donde conoció a ilustres cantaores como Rubichi, Gaspar de Utrera o Juan Moneo entre otros. “El Torta era alguien muy especial. Un día cantó aquí hasta por carnaval y era para morirse de lo bien que lo hacía. El cante de Jerez tiene muchísimas cosas positivas que ofrece a la humanidad porque conlleva unos valores muy humanos”.
Como el propio nombre indica, El Cante de Jerez ofrece cada domingo una ración de jondo jerezano. “Desde siempre he sido muy aficionado a la música clásica y escuchaba RNE casi siempre. Por el bar pasaba mucho Sergio Pagán, de Radio Nacional. Me pasaba horas y horas hablando de flamenco y música clásica. Él fue quien me ofreció hacer un programa de radio especializado en flamenco. El propio cante de Jerez tiene una gran trascendencia. Es una verdad tan humana cuando se escucha que desnuda al propio cantaor. Acepté la propuesta y afortunadamente está funcionando muy bien. Le doy el punto natural de los jerezanos además de que estoy aprendiendo a hacer radio y me está enseñando mucho sobre todo a la hora de escribir de manera natural”.
Madrid le ha enamorado desde que llegó aunque reconoce que los primeros meses fueron duros. “Cuando llegas aquí todo impresiona demasiado. Siempre he vivido en el centro y en esta ciudad hay que ir con la cabeza hacia arriba para poder observar los cielos tan bonitos que hay. Si miras hacia abajo hay cosas peores. He hecho muchos amigos aquí además de descubrir una gran afición por el flamenco”.
Coger el lápiz y dar rienda suelta a los sentimientos en forma de poesía, es una de las grandes aficiones de Manuel. En cada hoja abre su alma para expresar los sentimientos, esos que al igual que el flamenco desgarran el corazón. “El flamenco es como la poesía. Cuando lees un poema, la persona que hay detrás de la poesía es el poeta que habla directamente al espíritu del lector. La persona que lo lee es capaz de dejarse emocionar y ser algo más que un saco de huesos y pellejo. Es una manera de escuchar el alma, como si el cantaor estuviera hablando para ti”.
El Cante de Jerez se emite cada domingo en Radio Clásica a partir de las 14:00 horas, un espacio que alberga el pasado, presente y futuro del flamenco jerezano.
Comentarios