lavozdelsur.es acoge la mesa-debate 'Cultura y mercado', en la que distintos actores del sector se reúnen para poner ideas en común e impulsar acciones para agitar el movimiento cultural jerezano.
El diagnóstico es fácil de realizar. A las iniciativas culturales que surgen en la ciudad les hacen falta menos trabas de la Administración, llegar más a los barrios, establecer nuevas formas de colaboración y ser capaces de generar espacios críticos. A grandes rasgos, y muy por encima, estos son los temas principales tratados en la mesa-debate Cultura y mercado organizada por la gestora cultural Inma Parra y celebrada en la sede de lavozdelsur.es, en la que pretender ser la primera piedra de las muchas que pretenden poner los presentes para lograr agitar el movimiento cultural jerezano. Que ya se mueve, pero desorganizado.
“La gestión es una pasión”, dice la organizadora de la jornada. La gestión cultural, se entiende. Y esa pasión es la que mueve a los miembros de la mesa a unirse y a intentar empezar a construir juntos. “Hay que hacer fuerza entre todos”, sostiene el artista jerezano Daniel Diosdado, jefe de diseño y creativo de lavozdelsur.es –y autor de la viñeta semanal Caspa en este medio–, quien sostiene que en Jerez, a la cultura, “le falta apoyo institucional” y en la ciudad “no hay suficiente educación cultural”. Los demás asienten.
Entre los presentes, Miriam Morales, directora comercial de los Museos de la Atalaya, un tesoro por descubrir. “Jerez no es consciente de que tiene un espacio que se podría explotar mucho mejor”, dice. Ella cree que en la ciudad “hay recursos y talento”, pero está “ignorado y desorganizado”. La cuestión organizativa es un tema recurrente. “La cultura no solo es un derecho sino que puede situar la marca Jerez muy alta”, añade Morales, que apunta que “el flamenco, el caballo y el vino no tienen por qué ser excluyentes” y apuesta por fomentar, además, otras actividades culturales. “Las administraciones son inmovilistas”, sostiene, por lo que invita a los presentes a ir todos a una “para que el político vea que se hace fuerza y nos haga caso”.
Anna Recasens: "La cultura debe verse como algo para impulsar bienestar social y no pensar en ella como un gasto sino como una inversión"
“Mi obsesión es generar el cambio, potencio la colaboración”, dice Lola Rueda, promotora de la iniciativa #1MayoEmprende. Ella se define a sí misma como “una profesional que se ha reinventado”. Como el fotógrafo Manuel Garrido, que de un tiempo a esta parte también se dedica al diseño gráfico y editorial. Él piensa que en Jerez “falta diversidad”, porque la mayoría de actos culturales “están orientados a los mismos temas”. “¿Qué se hace en Jerez que funcione? ¿Qué no se ha intentado ya?”, se pregunta. Precisamente para hallar una respuesta están reunidos.
“Al intentar llevar a cabo proyectos con el Ayuntamientos nos encontramos un muro”, dice María José Rodríguez, directora de Escena Lírica Producciones. “Faltan espacios y colaboración”, sentencia. Rodríguez, relata, está “obsesionada con los artistas que se quedan colgados” e intenta canalizar esos artistas que luchan “contra viento y marea”. Salvador García-Ripoll es un joven emprendedor que se dedica al diseño, en distintos sectores. Gaditano de nacimiento, pero lleva varios años viviendo en Jerez. Él es partidario de crear “negocios que cuenten algo”, de ser originales. Y provocadores. “Tengo un amigo que hace catas en las que se habla de marcianos, de prostitución…”, cuenta. En definitiva, “hacer cosas distintas”. “Yo quiero dar talleres de escritura a presos, y también a mujeres”, dice Amaya Vilches, profesora de Literatura jubilada. En las cárceles de Puerto II y Puerto III ya ha trabajado con presos, aunque quiere darle continuidad al proyecto. Le mueve su pasión por “transmitir la cultura”.
¿Pero qué hacer para mejorar la situación del sector en Jerez? Era una de las preguntas planteadas por Anna Recasens, una artista y gestora cultural de Sabadell, que en una de sus visitas a la ciudad modera esta mesa-debate. Ella, que dirige el Laboratorio Social Metropolitano, se encarga de poner en contacto a gente del ámbito creativo con plataformas sociales. “Luego de ahí surgen redes de intercambios, una plataforma de economía urbana…”. Por eso incide en la importancia de “trabajar en red”. En esta, la primera toma de contacto, quedan un crear un mapa cultural con las actividades que se realizan en la ciudad. Antonio Brenes, activista vecinal de la zona Sur, pide que se tenga en cuenta a los barrios más humildes. “El sitio más contemporáneo de Jerez es Torresoto”, añade Inma Parra.
Es Diosdado quien propone realizar reuniones de este tipo de forma periódica. Cada dos meses por ejemplo. José Ramón García, impulsor de la iniciativa Torrejoyanca, es más pesimista. “No sé ya lo que podemos hacer, la gente no lee”. Lo dice por experiencia propia. “Sinergia no, yo estoy ya sin energías”, añade. “La cultura debe verse como algo para impulsar bienestar social y no pensar en ella como un gasto sino como una inversión”, remata Recasens. De las conclusiones sacadas de este encuentro, que pueden ser complementadas por otras propuestas, se planteará la necesidad de realizar otros encuentros y colaborar entre todos. Lo dicho, la primera piedra ya está puesta. Falta ir añadiendo más poco a poco.
Comentarios