Las librerías han salido a celebrar este 13 de noviembre, viernes, viernes 13, su día. El Día de las Librerías, marcado en Andalucía por las dudas de la semana corriente en la que unos, como la consejera de Cultura, leían una cosa en el Boja, que las librerías sí podrían abrir más allá de las seis, y otros, la Federación de Libreros, que con el documento legal no lo veían. Al final, se resolvió con un comunicado llamando a cerrar a las seis por respeto y agradeciendo las palabras de Patricia del Pozo. El coronavirus ha fomentado muchos hábitos hogareños, y el principal, de calle, es el consumo de películas y series. Sobre el incremento de consumo de libros, hay dudas.
Este viernes, en el portal TodosTusLibros, una plataforma a la que se han asociado muchas librerías independientes para competir con otros gigantes comerciales y vender a través de internet, reina el novelista Juan Gómez-Jurado, productor de bestsellers que también gustan a la crítica. Un win-win. Le sigue el clásico Pérez Reverte, con una novela histórica sobre la Guerra Civil. Eva García Sáenz de Urturi, ganadora del Planeta, se encuentra en tercer lugar, por delante de Megan Maxwell e Irene Vallejo, con un ensayo que va sobre eso, sobre el papel, El infinito en un junco.
Quizás haya dos cosas que definan a una librería en el mundo rural: lo primero es que, al tener como clientela potencial a un número menor de ciudadanos, suelen dedicarse a otros servicios relacionados con el papel. Desde fotocopias a material escolar o juegos infantiles educativos. Son las librerías-papelerías. La Barca, pedanía de Jerez, tiene dos: Arillo y Platero.
Julia Moreno es la encargada de la primera de ellas. Los libros comparten espacio con las revistas semanales y mensuales, en una estantería al fondo. En primera línea, junto a las puertas y el mostrador, la papelería. La situación es este año, obviamente, "complicada, se nota la pandemia. Ayudas a autónomos no he percibido ninguna. Porque tuvimos abierto en el confinamiento, porque somos una papelería", dice. En la prensa ha leído "que podemos abrir en horario normal. Pero, aunque abras afecta esto". Tiene el instituto cerca, y ni siquiera le ayuda a remontar. Hay quien hace cola para imprimir los permisos laborales. La bendición es que nadie, prácticamente, tiene impresora en casa, con eso de que la tinta valga en tienda más que el oro. Lo malo de los últimos años, que "con los cheques-libro tienen que durar los libros del colegio cuatro años. Deja menos beneficio".
Y la pandemia no ha fomentado las ganas de leer. "Ha bajado la lectura. Hemos vendido juegos, pasatiempos, cosas así. Más de niños". En cuanto a la oferta de libros, reinan las últimas novedad, "más libros de bolsillo, más asequibles". Por todo eso, "intentaría fomentar más la lectura en La Barca". Cuenta su propuesta. "Ahora quiero leer el último libro de Arturo Pérez-Reverte". Pero, siendo sincera, indica que en cuanto a libros, son los "de mujer", dice, como género, los que más salida tienen. "El cliente es más mujer que el hombre. Hay hombres, pero menos. Las mujeres, al final, leen de todo". "A nivel rural, yo creo que el hombre está menos a la lectura. Parece que se inician ya mayores. La gente joven, bueno, se les inculca pero leen pocos libros.
Librería Platero es también papelería, aunque proporcionalmente tiene más espacio el libro. El establecimiento cumplió 25 años en abril y queda pendiente festejarlo, como tenían planeado. Pepa Gómez se hizo con Platero en un traspaso en 2001. Está ubicado a la salida de La Barca, junto al puente que le conecta con la zona rural en dirección Torrecera.
La librería la fundaron "tres mujeres. Pertenecíamos al grupo cultural que luego desapareción, con el que montamos las primeras ferias del libro. Me la traspasaron luego a mí, en 2001. El grupo de cultura se deshizo. Ahora el Ayuntamiento hace actividades y tiene mucha participación, las dos librerías ponemos los puestos. Esa feria ha hecho que haya más lectores, ha sido fundamental". Un negocio emprendido por mujeres, un negocio donde gran parte de la clientela "son mujeres. Yo creo que tenemos más inquietud, no lo sé".
No solo de palabaras escritas por otros vive el ser humano. "El fin era que fuera solo librería. Pero tiramos adelante por la papelería. Ojalá pudiéramos vivir solo de los libros". Este viernes publicó en las redes sociales el descuento del 10% por el día de las librerías. "La gente apoya, la verdad".
Venden mucho "las novedades, la biografía histórica, la novela... Ahora está por ejemplo la finalista del premio Planeta. De clásicos tengo menos. Se venden también muy bien los de recetas de Arguiñano, los ilustrados, los cómics...". Aunque su predilecta particular es "Rosa Montero. Me he leído su último libro en un fin de semana. Se llama La buena suerte". Aunque no hace por recomendar. "La lectura es algo personal". En su caso, habla con pasión de haber conocido a la autoria. "Ha venido dos veces a La Barca. Una, en la Feria del Libro de 1997. La otra, hace unos tres años al instituto, pero la charla se abrió al pueblo", indica.
Las librerías son en el mundo rural fundamentales para la cultura. Donde no hay cines. Sí hay a menudo obras de teatro y conciertos -al menos, antes de la pandemia-. Quizás incluso con más aceptación entre los vecinos que en los grandes núcleos urbanos. "Para mí es pasión. Desde joven he estado ligada a la cultura". Y de estos años, se queda "con el trato con la gente, hablar de un libro, recomendarlos. Y ya hay una clientela amiga".
Por muchos años más.
Comentarios