El día que Inglaterra perdió la batalla de Algeciras

El pintor Ferrer-Dalmau recrea, por encargo del puerto algecireño, y aconsejado por Pérez Reverte, el episodio naval que tuvo lugar en aguas de la Bahía en el verano de 1801

El pintor Ferrer-Dalmau terminando La batalla de Algeciras.
El pintor Ferrer-Dalmau terminando La batalla de Algeciras. PUERTO DE ALGECIRAS

La Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) cuida la cultura además gestionar una de las más grandes y complejas instalaciones portuarias del sur de Europa. Esta semana ha dejado perplejo a más de uno al descubrir la representación de la Batalla de Algeciras por el pintor Augusto Ferrer-Dalmau Nieto que muestra el episodio naval que tuvo lugar en aguas de la Bahía algecireña en el verano de 1801.

“Recreada desde los muros del Fuerte de la lsla Verde tras los consejos de su amigo Arturo Pérez-Reverte, este excepcional lienzo sumerge al espectador en la que quizá sea la obra más compleja del pintor de batallas en la que ha trabajado tres meses con dedicación absoluta” según detallan desde la autoridad. La obra quedará expuesta en el Port Center que el Puerto de Algeciras proyecta para la ambiciosa iniciativa Puerto Ciudad del Lago Marítimo.

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Un momento de la presentación del cuadro. PUERTO DE ALGECIRAS

Durante la presentación, la crítica de arte María Fidalgo Casares explicó que La Batalla de Algeciras “pertenece a un género propio de Ferrer-Dalmau, el bodegón militar, y que esta obra compensa lo poco que el autor se prodiga en temas marítimos. Augusto Ferrer-Dalmau representa la batalla naval que tuvo lugar en aguas de la Bahía en el verano de 1801 y está recreada desde los muros del Fuerte de la Isla Verde, testigo mudo de este acontecimiento de la historia de España”.

La autoridad portuaria explica que “esta obra de gran formato nace para entablar un diálogo y despertar interés sobre el Fuerte de Isla Verde y la historia de este Bien de Interés Cultural, que en los últimos años está siendo objeto una recuperación integral por parte de la APBA dentro de su ambicioso Plan de Conservación y puesta en valor del Patrimonio Histórico Portuario".

“El cuadro ocupará un lugar privilegiado dentro del Centro de Interpretación del Puerto de Algeciras (Port Center), la ventana desde la que el puerto se abrirá y contará su historia a la ciudad y que estará ubicado en el edificio multifuncional del Llano Amarillo, corazón del emblemático proyecto Lago Marítimo de Algeciras”.

El investigador e historiador Juan Antonio Patrón Sandoval recuerda que el 6 de julio de 1801 una escuadra inglesa de seis navíos de línea, al mando del contraalmirante Saumarez, atacó a una flotilla de tres navíos y una fragata franceses comandada por el contraalmirante Linois, reforzada con catorce cañoneras españolas y anclada al amparo de las baterías costeras de la Bahía de Algeciras. Siendo rechazada y perdiendo en el combate uno de sus navíos.

La batalla de Algeciras, de Ferrán Dalmau. PUERTO DE ALGECIRAS
La batalla de Algeciras, de Ferrer-Dalmau. PUERTO DE ALGECIRAS

Por esta victoria sobre los ingleses el nombre de Algeciras se hizo famoso, pasando a los anales históricos de la Marina francesa, que sólo tres años más tarde botaría un nuevo navío de 74 cañones al que puso por nombre “L’Algésiras” en recuerdo de esta batalla.

Patrón relata que “si el papel de la artillería de costa española de los fuertes de Santiago y de la Isla Verde fue determinante en esta victoria aliada, también lo fue el de las lanchas cañoneras del apostadero de Algeciras al mando del capitán de navío Lodares, quien procuró desde el principio del ataque sostenerlo con sus siete cañoneras, de las cuales fueron echadas a pique cuatro de ellas, quedando inutilizadas otras dos y muy dañada la última; estas tres cuando se esforzaban en batir al navío inglés “Hannibal”, que había encallado y que resultó finalmente capturado”.

El cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau recrea magistralmente este enfrentamiento. En la escena aparecen los tres navíos franceses, con sus velas recogidas e iniciando su maniobra de dejarse ir contra la costa tras cortar los cables para quedar inmóviles a resguardo de las baterías de costa españolas.

En primer término, dos de las piezas de la batería norte del fuerte de la Isla Verde dirigen sus fuegos hacia dos navíos ingleses que asoman por su derecha con sus velas desplegadas, momentos antes de que Saumarez ordenara un desembarco para tomar la Isla como último intento para apagar el intenso fuego rasante de sus seis cañones de a 24.

Regimientos de Ronda y Jerez

Los cañones aparecen manejados hábilmente por los artilleros españoles auxiliados para la ocasión por los infantes del regimiento provincial de Ronda, que junto con el de Jerez fueron enviados por el general Jácome a reforzar la exigua dotación del fuerte, a la que también acudieron tropas republicanas del general Devaux que desembarcaron igualmente en el de Santiago, por considerarse que eran las posiciones más críticas, que más daño podían causar al enemigo y que con mayor empeño querrían neutralizar y destruir los enemigos; como así ocurrió”.

Sobre el autor:

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Pepe Contreras

Ha desarrollado una amplia trayectoria en prensa, radio, televisión, internet, logística, como asesor empresarial y en la Administración General del Estado. Analista de política y economía. Mantiene desde 2005 su propio blog y es pionero en el uso de redes sociales. El blog de Pepe Contreras / Twitter Pepe Contreras (@pepeconjerez

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