Tras bastantes vicisitudes en su historia desde que se fundó en 1712, la Hermandad del Desconsuelo es la Prima inter omnes —la primera entre todas— en un Martes Santo en Jerez vacío de procesiones hasta que en 1923 hace estación de penitencia la de Los Judíos.
Pero duró poco porque el Martes Santo de 1931 se suspenden las salidas hasta 1938. La primitiva Hermandad se fundó en 1712 siendo Papa Clemente XII y el rey de España, Felipe V.
Empezó saliendo en la madrugada del Viernes Santo a las cinco de la mañana, para no coincidir con la procesión de Jesús Nazareno, que salía entonces de San Francisco. En 1900 sale el Jueves Santo, en 1901 el Viernes Santo por la tarde, volviendo al jueves en 1902 y 1903.
Este es el recorrido histórico de esta añeja cofradía de San Mateo que también celebra 125 años de su reorganización. A día de hoy, son otros tiempos y otra realidad social, se da la feliz circunstancia de que el Martes Santo es el día con más cofradías en la Semana Santa de Jerez del siglo XXI.
El palio del Desconsuelo, una joya recuperada en 10 años de restauración
Este paso de palio tiene una importancia capital en el arte del bordado en Andalucía ya que fue el primero que se concibió rompiendo las formas decimonónicas anteriores. El artífice fue el genial artista sevillano Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
Fue adquirido por la hermandad jerezana a la cofradía sevillana de La Amargura el día 2 de enero de 1926, por la cantidad de 19.500 pesetas. Hasta esa fecha, el paso de palio de la Virgen del Desconsuelo no era más que un pequeño palio cupulado de tonos claros, con peana para ser portado “por fuera” y sin candelería.
Es lo que cuentan las crónicas de la cofradía de San Mateo que este 2023 culmina un largo proceso de diez años en la restauración de todos los bordados. Este martes se estrena la intervención en las caídas y techo que se inició con la soberbia restauracion del excepcional manto en 2013.
Ha sido sin duda uno de los proyectos más ambiciosos y acertados en su ejecución de los llevados a cabo en las cofradías de Jerez. Todo el conjunto fue diseñado y ejecutado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en el año 1902 considerado un hito del bordado sevillano y una pieza clave en la transición al Regionalismo de principios del siglo XX.
La cofradía explica que la restauración ha supuesto además la recuperación de su estado primigenio, “tras los avatares sufridos por el paso del tiempo e intervenciones que desconfiguraron su concepción original”.
Este último trabajo ha sido ejecutado por el taller sevillano de Charo Bernardino, bajo el asesoramiento de un equipo multidisciplinar de técnicos conservadores- restauradores e historiadores; por su parte, la recuperación del diseño original ha sido llevada a cabo por el arquitecto y diseñador Sergio Cornejo Ortiz.
Afortunadamente han llegado hasta nuestros días la práctica totalidad de las piezas originales, haciendo posible la recuperación integral del palio, tal y como lo creó Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
Si antes de esta intervención las hechuras del palio se constituían en una de las maravillas de la Semana Santa jerezana, ahora no cabe más que admirarlo tal y como era en su génesis sin olvidar el esfuerzo hecho por la cofradía para recuperar unas piezas claves en el patrimonio cofrade andaluz.
Comentarios