Cuando restan unos cinco meses para el Domingo de Ramos, 2 de abril, Ayuntamiento y Unión de Hermandades han llevado a cabo la primera reunión preparatoria para la Semana Santa. Se trató de un primer contacto entre el gobierno local y al organismo cofrade “para ir haciendo los preparativos necesarios de cara a la Cuaresma y la Semana Santa de 2023 y para profundizar en las líneas de colaboración” entre las partes. Estuvieron presentes la alcaldesa, Mamen Sánchez, el presidente de la Unión de Hermandades, José Manuel García Cordero, y los tenientes de alcaldesa, Laura Álvarez, José Antonio Díaz y Francisco Camas.
En un escueto comunicado emitido por el Consistorio se explica que "se han abordado, entre otros, diversos temas relacionados con la programación de los desfiles procesionales, como las infraestructuras necesarias para la salida de las distintas hermandades”, sin entrar en más detalles. O sea, del contenido, nada. Pero mirando a 2023 sí será un hecho que uno de los cambios urbanísticos más destacados será la vuelta a la normalidad el tránsito por José Luis Díez y el Arroyo, que para esas fechas deberán estar concluidas las obras, del mismo modo que sucede con otras calles del casco antiguo de la ciudad. Eso implicará la vuelta de los palcos y sillas a esa zona, que fueron eliminados por las obras que impedían su instalación.
Grada del Arenal
De forma general no se ha anunciado ninguna reestructuración de la Carrera Oficial y de las zonas de palcos, excepto el posible cambio en la plaza del Arenal. A los mandatarios municipales se les trasladó la idea de bajar de altura la grada, ahora de cinco niveles, para dejarla en dos. Para los palcos que sobren por ese cambio hay dos soluciones: repartirlos entre Lancería y Arenal o hacer la famosa U en la plaza que consiste en meter la grada hasta la altura de la fuente, obligando a las procesiones a pasar por ese circuito con lo que se ganaría espacio para los palcos y usando también la ‘isla’ que quedaría en el centro.
Entorno de la Catedral
Según informó a este medio el presidente José Manuel García Cordero, relacionado con el trazado de las calles, se habló de una de reordenar la conocida cuesta del Cristo de la Viga y la escalinata que arranca desde el monumento a Bueno Monreal. La idea es suavizar la pendiente y eliminar los escalones para hacer posible el tránsito de las hermandades una vez salgan de la Catedral ya que la entrada será por Cruces, calle para la que han solicitado un arreglo de la calzada.
Incluso se habló de otra cuesta, la de la Encarnación, que hace años se usó por algunas hermandades y que se dejó por su fuerte pendiente. Para esta vía, que podría ser una alternativa para los regresos, se solicitó algún tipo de arreglo para moderar la peligrosa bajada. La Unión de Hermandades entregó a la alcaldesa una memoria con todas estas propuestas, sobre las que han quedado en dar respuesta o soluciones una vez revisadas por los técnicos.
Museo Taurino y Sábado Santo
Se abordaron también la cesión del Museo Taurino que sigue paralizado. Como informó lavodelsur.es, la teniente de alcaldesa Laura Álvarez, achacó el retraso a estar pendiente una reunión con el obispo para tratar este y otros asuntos; encuentro que no se produce y sigue pasando el tiempo. También relacionado con la Semana Santa de 2023, sigue muy en el aire el regreso de las procesiones al Sábado Santo.
El proyecto deberá haberse resuelto en diciembre con una decisión en la Unión de Hermandades para trasladarla al obispo a fin de dejarlo zanjado o seguir adelante. En noviembre, el Consejo se reunirá con una total de once cofradías cuyo perfil podría encajar en esa jornada. El objetivo es saber qué disposición tienen a cambiarse de día. Solo dos, que no son novedad, han dicho que sí: La Mortaja y la Sacramental de Santiago con el Cristo de las Almas.
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