Dentro de los actos del Día de la Mujer , el Ayuntamiento y la Cátedra de Flamencología han convocado un acto en el que se rendirá homenaje a la mítica Ana María la Jerezana, la última exponente de la vieja escuela de saeteras de la ciudad, que tendrá lugar mañana a las 19.30 en Sala Compañía.
Al frente de esta iniciativa está la flamencóloga Patricia Moreno, que sitúa la cita en on contacto reivindicativo: el papel de la mujer en la saeta y en el flamenco. “La mujer lo ha tenido más difícil que el hombre a la hora de la dedicación profesional”, cita casos como el de Tía Ania la Piriñaca o Tía María Bala, “que no pudieron cantar en público hasta que se quedaron viudas por que sus maridos no las dejaban”.
Moreno entiende que esto puede seguir ocurriendo, “cuando una mujer cantaora pausa su carrera por atender a la familia; ahora no es tanto como antes pero sí sigue sucediendo”. En un porcentaje elevadísimo, las saetas en la calles son mujeres las protagonistas, algo que empezó a despuntar en la transición”.
“La saeta no tiene género, es un cante de fe”, subraya la flamencóloga que evalúa el homenaje que se rendirá a la nonagenaria Ana María la Jerezana en este mismo acto: “Representa a esas mujeres valientes que se dedicó a la profesión”.
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