Toro del Aleluya de Arcos: el debate está servido

El Ayuntamiento niega que se esté planteando la supresión de un festejo que tiene más de 150 años de historia y que este 2018 se ha cobrado la vida de un vecino del municipio.

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El Sábado Santo de 1867 un vecino de Arcos de la Frontera soltó en la calle una vaquilla del matadero municipal, que estaba entonces en la plaza del Cabildo, iniciando así una tradición que se conserva hasta nuestros días, la del Toro del Aleluya, que ha tenido varias etapas. La fiesta se interrumpió durante la Guerra Civil, retomándose durante la posguerra, ya con el Ayuntamiento como organizador del evento —antes lo hacía una peña fundada por el gremio de zapateros de la localidad—, incluido como parte del Patrimonio Inmaterial de Andalucía que aglutina la Consejería de Cultura de la Junta. Primero fue toro de cuerda, pero a partir de los años 70 del siglo pasado se eliminó este elemento, por la gran afluencia que tenían los festejos, que ya se celebraban el Domingo de Resurrección. El último, el de este 2018, con trágico desenlace. Un vecino de Arcos perdió la vida tras ser embestido por un toro que le perforó el pulmón y le provocó un derrame interno, por lo que pocas horas después se certificó su muerte cuando estaba ingresado en el Hospital de Jerez.

B.L.B, apodado El Campito, vecino del barrio de San Pedro, cercano a la iglesia del mismo nombre y a la plaza del Cabildo, era muy conocido en el municipio por hacer las veces de guía turístico con los visitantes. “Nunca lo vi correr en el Toro”, dice un vecino que lo conoce, que defiende la celebración de esta fiesta, como la mayoría de los consultados por lavozdelsur.es. “Cuidaba a su madre y ella aún no lo sabe”, apunta, en un momento en el que el cuerpo de El Campito aún no ha regresado a Arcos. El suyo no fue el único incidente de la jornada, ya que otro vecino resultó herido grave y fue trasladado al Hospital Comarcal Virgen de las Montañas de Villamartín, además de haber otra veintena de heridos leves con diversas contusiones.

El incidente reabre el debate sobre la conveniencia de la celebración de este tipo de festejos, que en la localidad no dejaba una víctima mortal desde hace más de 30 años, pero que asociaciones ecologistas y partidos de izquierdas llevan tiempo pidiendo que se elimine. “No nos sentimos identificados con los valores que se transmiten: violencia, maltrato y barbarie hacia los animales, en este caso hacia el toro, y por ende hacia al resto de seres vivos. Abogamos por unas fiestas y costumbres donde se priorice la expresión cultural, el arte, el conocimiento de nuestra tierra, desde la educación, el respeto y la tolerancia”, recoge un manifiesto firmado por la Asociación Medioambiental Arcense (Ama) Natura, la asociación LGTBIQ de la Sierra de Cádiz Delta, la asociación de desempleados Rafael Pérez del Álamo, Arcos SOS Animales, Izquierda Unida, Arcos en Común y Podemos.

“La diversidad de opiniones en Arcos no es atendida ni escuchada, ni se fomenta la participación ciudadana para la toma de decisiones en algo que nos afecta a todas las personas”, lamentan estas agrupaciones, que critican especialmente la “novedad” introducida este año: el encierro infantil con carretones que, en palabras delegado municipal de Fiestas, Raúl Lozano, sirve para que “los niños mamen la tradición del Toro del Aleluya”, algo que desaconseja la Convención sobre los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), institución que pide que no se permita la participación de niños y adolescentes en eventos taurinos. El vicepresidente de Ama-Natura, Ángel Roldán, asegura a lavozdelsur.es que la fiesta está “muy enraizada” en el pueblo, y reconoce que atrae a muchos visitantes, lo que genera riqueza esa jornada en el municipio, pero critica que el toro sufre “violencia”, ya que “se le causa estrés, además de daño físico y psicológico, porque se le hace correr por una zona asfaltada donde se le rompen los cuernos y las pezuñas”.

El debate, dice, se viene dando desde hace unos años, “pero a ningún gobernante le interesa perder votos”, por lo que tacha de “cobardía política” la negativa del gobierno socialista de Arcos a plantear la posible supresión del festejo. ¿Y qué dice el gobierno local? El alcalde, Isidoro Gambín, lamenta profundamente la muerte del vecino de la localidad, y decreta el martes 3 de abril como día de luto, jornada durante la que las banderas ondearán a media asta y no se celebrarán actos oficiales. “Estamos a disposición de la familia para lo que necesite”, apunta el regidor socialista en declaraciones a Radio Arcos el día después del festejo, añadiendo que “si en algo invierte el Ayuntamiento de Arcos es en seguridad”. Gambín asegura que se triplican las medidas que exige la Ley para este tipo de eventos. “Gastamos muchísimo más dinero en estos temas porque creemos que es necesario, pero aun así acontecen noticias trágicas como las que tuvo lugar el día de ayer —por el domingo—”, agrega en la misma emisora.

Más de 120 efectivos, entre Policía Local, Protección Civil, Guardia Civil y personal sanitario, forman el dispositivo diseñado por el Ayuntamiento, que también incluye cinco ambulancias, cuatro de ellas con UCI móvil, y un hospital de campaña con quirófano. Los datos los da la delegada de Seguridad Ciudadana, María José González, en declaraciones a lavozdelsur.es, quien añade que los toros —se sueltan dos durante el Domingo de Resurrección— llevan un equipo de seguridad formado por profesionales que impiden que se maltrate a los animales. “No se permite que se le haga nada al toro”, apunta. La pregunta está en el aire: ¿se plantea el Ayuntamiento eliminar el Toro del Aleluya? González responde: “No podemos prohibir algo que está legalizado, lo único que podemos hacer es poner a disposición de todos los que participan en el evento las máximas medidas de seguridad”.

La delegada señala que “cualquier persona que muestra signo de embriaguez o de estar bajo consumo de estupefacientes es sacado del recorrido automáticamente” y la fiesta “goza de los permisos necesarios de Subdelegación del Gobierno, por lo que mientras la legislación permita el disfrute de fiestas donde se suelten toros o animales vivos por las calles de una población nosotros no estamos haciendo nada ilícito”. La delegada de Seguridad Ciudadana dice que, a pesar de las críticas recibidas, ellos gobiernan “para una mayoría”, por lo que la continuidad del Toro del Aleluya, que “tiene un arraigo social tremendo y es muy demandado por vecinos de Arcos y localidades cercanas”, no se cuestionará mientras “tenga ese arraigo”. González cree que “no es el momento de cuestionarlo, ahora estamos apoyando a la familia del fallecido, y no es momento de oportunismo para sacar rédito”. Para la edil, “accidentes fortuitos existen en otros eventos que son deportivos, hoy por ejemplo nos hacíamos eco de la avalancha de nieve que ha habido en Suiza donde han muerto esquiadores, tres de ellos españoles. Es una trágica noticia y nadie se debate si vamos a dejar de esquiar o vamos a prohibir el esquí”.

Sobre el autor:

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Francisco Romero

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Antes de terminar la carrera, empecé mi trayectoria, primero como becario y luego en plantilla, en Diario de Jerez. Con 25 años participé en la fundación de un periódico, El Independiente de Cádiz, que a pesar de su corta trayectoria obtuvo el Premio Andalucía de Periodismo en 2014 por la gran calidad de su suplemento dominical. Desde 2014 escribo en lavozdelsur.es, un periódico digital andaluz del que formé parte de su fundación, en el que ahora ejerzo de subdirector. En 2019 obtuve una mención especial del Premio Cádiz de Periodismo, y en 2023 un accésit del Premio Nacional de Periodismo Juan Andrés García de la Asociación de la Prensa de Jerez.

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