El mar ha vuelto a cobrarse la vida de los migrantes que intentar cruzar hacia territorio español. En apenas unas horas han muerto 50 personas tratando de llegar a las Islas Canarias, procedentes de Marruecos y Mauritania. En concreto, han sido dos los sucesos que han teñido de negro el Atlántico.
Una primera embarcación salió de Mauritania hace días. Tras comenzar la travesía, cerca Nuadibú, en el Norte del país, sufrió un problema, probablemente de motor, y la patera quedó a la deriva durante días. En vista de la problemática surgida y que no llegaba ayuda, finalmente, pasados los días, las personas comenzaron a echarse al agua para nadar hacia tierra firme. Solo uno lo ha conseguido, que se encuentra en tratamiento médico y que se encuentra desorientado sin saber indicar cuántos días llevaban a la deriva. En total, en este suceso han fallecido unas 40 personas.
Otra decena de personas ha muerto en la pasada madrugada frente a las costas de Dajla, en el Sahara, tras un naufragio en el que la patera quedó hecha añicos. En total, en apenas unas horas, medio centenar de muertes.
La ruta del Atlántico supone cruzar cientos de kilómetros en el Atlántico, toda vez que el camino más cercano, desde Marruecos, está controlado para evitar los desembarques, además de que obliga cruzar a tierras marroquíes, otra de las etapas más duras de los movimientos migratorios en África.
Otros 16 migrantes rescatados
Por otra parte, al mediodía de este viernes, la embarcación Río Tajo de la Guardia Civil ha traslado a 16 inmigrantes que fueron rescatados este mediodía al sur de la isla de Gran Canaria tras captarse un eco del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), según han confirmado a Europa Press fuentes de Salvamento Marítimo. Por su parte, la Salvamar Menkalinan de Salvamento Marítimo, que también fue activada, trasladó el cayuco al muelle de Arguineguín, en el municipio de Mogán (Gran Canaria).
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