C. B. E., cuando tenía 20 años, un 20 de diciembre de 2008, acudió a la Clínica de la Salud de Cádiz para someterse a una operación de cirugía estética consistente en la implantación de unas prótesis mamarias texturadas brasileñas de la marca Silimed, con la finalidad de mejorar su estética mamaria. Lo que parecía un cambio a mejor acabó convirtiéndose en una pesadilla.
na pesadilla física y mental, porque desarrolló un cáncer a raíz de las prótesis defectuosas. De hecho, en 2016 se le extrajo la prótesis mamaria derecha y se le sustituyó por otra de la marca Allergan. Y solo cuatro años después se detectó en esta mama un linfoma de células grandes anaplásico, por lo que le fue extirpado el implante y tuvo que recibir un tratamiento de radioterapia.
Además de empeorar gravemente su salud, emprendió una batalla judicial que ahora ha tocado a su fin. El Tribunal Supremo le ha dado la razón y sienta jurisprudencia para otras afectadas por casos similares.
En su fallo, fechado el pasado noviembre, pero notificado este martes 10 de diciembre, condena a la farmacéutica estadounidense Allergan a abonar a la demandante la cantidad de 38.120,42 euros como indemnización, lejos, eso sí, de los algo más de 124.000 euros que reclamaba en su demanda.
Tras la inadmisión del recurso de casación de Allergan, Bufete Ortiz Abogados, que ha llevado el caso, ha informado de que se trata de "la primera sentencia ganada a Allergan en España por implantes mamarios defectuosos, la cual deviene firme y adquiere fuerza de cosa juzgada y jurisprudencia para poder ser alegada en otros asuntos en los que se demanda a este fabricante Allergan otras mujeres afectadas por sus prótesis".
El recurrente, que en 2018 retiró del mercado voluntariamente estas prótesis cancerígenas, se aferraba a la idea de que la prótesis no era defectuosa porque el propio folleto informativo advertía del riesgo y, además, que en el momento de la puesta en circulación, no permitía según el conocimiento de la ciencia apreciar defectos. Sin embargo, la sentencia recurrida declara que el producto era defectuoso porque "había quedado acreditado que no era seguro y no ofrecía las garantías para la salud de la persona a la que se lo implanta".
"La conclusión que se alcanza no puede ser otra que la de considerar que las prótesis de mama texturizadas fabricadas por Allergan, implantadas a la actora debe de ser consideradas como producto defectuoso de cuyas concretas consecuencias reparatorias debe de responder el fabricante que no ha acreditado ninguna causa de exoneración de responsabilidad", zanja el fallo del TS.