Los siete trucos que utilizan los japoneses para adelgazar sin hacer dieta

Los nipones cuentan con una cultura y una tradición ancestral muy centrada en el bienestar y el equilibrio con el cuerpo

El yoga es uno de los ejercicios que más ayudan a adelgazar.
El yoga es uno de los ejercicios que más ayudan a adelgazar.

Existen multitud de fórmulas para intentar adelgazar (aunque la mayoría de las veces no se consiga). Hacer deporte, imponerse una dieta más saludable o simplemente eliminar el consumo de algunos productos en su día a día son propuestas que todo el mundo se ha hecho alguna vez con mejor o peor resultado.

Ahora bien, los japoneses parecen no tener problemas con su figura. Los nipones son famosos por conservar una figura esbelta, por estar siempre en forma y por conseguir adelgazar sin excesiva dificultad cuando lo necesitan. ¿Cómo lo consiguen? Parece ser que el secreto está en sus tradiciones ancestrales. Aquí los siete ejercicios que llevan a cabo para mantener su figura:

1-Controlar el ansia por comer: El 'hara hachi bu' es la práctica gastronómica más popular en el país. Básicamente, consiste en parar de comer antes de saciarse por completo. Se come lo justo y necesario, algo que no es habitual en Europa, donde se suele consumir dos platos y existe la tradición de no dejar nada. Japón es uno de los países con tasas más bajas de enfermedades cardíacas, cáncer y accidentes cerebrovasculares y tiene una esperanza de vida bastante alta (84 años), de modo que parece que este método funciona.

2-Baños calientes: Los japoneses suelen darse baños prolongados en agua muy caliente. Habitualmente, llenan la bañera hasta el pecho aproximadamente y se meten durante unos 20 minutos en el agua a una temperatura que oscila alrededor de los 40 grados. Esta práctica quema tantas calorías como caminar durante una hora y media, además de reducir los niveles de azúcar en sangre y ayudar a coger mejor el sueño, algo que también influye en la pérdida de peso.

3-Consumir alimentos fáciles de digerir: En verano suelen comer alimentos crudos, ya que refrescan el cuerpo y en invierno ingieren comida cocinada, más caliente. El porqué de este comportamiento es que para que el cuerpo pueda digerir fácilmente los alimentos, estos deben estar a una temperatura adecuada, ni muy fríos ni muy calientes.

4-No ir al gimnasio: Parece contraproducente, pero hacer yoga, caminar o realizar estiramientos son los ejercicios que más ayudan al cuerpo a quemar calorías, pues está comprobado que cuando se realiza ejercicio en estado de relajación el cuerpo tiende a quemar antes la grasa acumulada que la última comida ingerida.

5-Alimentación basada en el yin y el yang: Según el filósofo japonés George Ohsawa, comer y vivir en armonía con la naturaleza otorgaría armonía y equilibrio en el cuerpo. Esta dieta holística propone el consumo de productos orgánicos, locales y de temporada. 

6-Mantener una postura correcta: El médico japonés Toshiki Fukutsudzi ha elaborado un método para perder peso que ha ganado mucha popularidad en todo el mundo, ya que no versa sobre alimentación, sino sobre los efectos secundarios de mantener una mala postura. Y es que, una postura erguida ayuda a fortalecer los músculos abdominales, algo muy importante porque diversos estudios señalan que la acumulación de grasa alrededor del abdomen se debe principalmente a esto.

Los pasos a seguir son: Tumbarte en el suelo con las piernas estiradas, dejando una distancia de 20-30 centímetros y colocar una toalla enrollada detrás de la espalda. A continuación, intentar acercar lo más posible los dedos de los pies al tronco, manteniendo la postura y la distancia. Por último, debes levantar los brazos y colocarlos justo detrás de la cabeza y mantener esta posición durante cinco minutos.

Explicación de cómo mantener una postura correcta para perder peso.

7-Respiración prolongada: Existe una dieta conocida como 'la dieta de la respiración prolongada'. Como su propio nombre indica, se basa en pararse en una posición determinada, inhalar durante tres segundos y exhalar durante siete. La grasa que se acumula en el cuerpo humano se compone principalmente de oxígeno y cuando se respira, estas células grasas se descomponen en agua y carbono. Dicho de otra forma, cuanto más se respire, más oxígeno entrará en el cuerpo y más grasa podrá quemarse.

Sobre el autor:

Pablo Mata

Pablo Mata

Periodista, graduado en la Facultad de comunicación de Sevilla en el año 2020. Miembro de la Asociación de Prensa de Jerez. He hecho prácticas y colaborado en varios medios para ganar experiencia. También escribo en mi propio blog sobre mi pasión, el deporte, y ahora tengo la oportunidad de aportar mi granito de arena en lavozdelsur.es.

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