La 'revolución de los jubilados' pone en jaque a la banca: "Son unos canallas"

La campaña 'Soy mayor, no idiota', con 600.000 firmas recogidas, llega también a Jerez: “No sé sacar dinero en un cajero ni entiendo nada de internet. ¿Qué pasa con nosotros?”, se pregunta María del Carmen, una de las afectadas

Fernando y María del Carmen, dos personas mayores a los que la banca pone dificultades

Hace tan solo unos meses, nadie sabía quien era Carlos San Juan. "Los bancos se han olvidado de las personas mayores como yo". Es el mensaje con el que comienza su alegato contra el ninguneo de la banca en la plataforma Change.org. A través de esta iniciativa el jubilado de 78 años ha recogido un total de 600.000 firmas que llevó hace unos días al Banco de España y al Ministerio de Economía. Allí fue recibido por la ministra y vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, que se comprometió a trabajar para garantizar "un trato personalizado" para que los mayores se sientan "queridos y respetados". Pero, ¿se cumplirá?

"Tendremos que obligarles nosotros", dice una pareja de jubilados a lavozdelsur.es delante de una entidad bancaria en el centro de Jerez. Fernando y María del Carmen son dos de los mayores que echan en falta atención individualizada por parte de sus bancos. "Están cerrando las sucursales. Negocian con nuestro dinero, nos cobran comisiones y encima ni nos atienden. Vas a coger cita y no te escuchan", lamenta Fernando, que ya no cuenta con una entidad cerca de su domicilio. 

Carlos San Juan, la pasada semana, entregando las 600.000 firmas.   LA SEXTA

Este pensionista sostiene que hay personas mayores que “no están preparadas para utilizar los cajeros” y reconoce haberse sentido desplazado a la hora de abonar algunos recibos. “Afecta mucho. Si viene algo que tienes que pagar por el cajero, yo no sé. Tengo que buscarme a alguien o pedir ayuda dentro, pero no me atienden. ¿Qué hago? ¿Lo pago o no lo pago?”, se pregunta. El problema es mayor cuando se trata un impuesto, un recibo o una multa. “Si no sé pagarlo, imagínate. Mis hijos entienden, están más preparados, pero reconocen que son unos canallas y que lo que están haciendo es una canallada. Hay personas que no saben y no se está haciendo nada”, denuncia.

Algo similar le sucede a su esposa, María del Carmen que cree que es necesario manifestarse para reclamar un trato justo. “Yo tampoco sé sacar dinero en un cajero ni entiendo nada de internet. ¿Qué pasa con nosotros? Y la gente sin estudios, que no han tenido posibilidades, ¿qué pasa con ellos?”, lamenta. Ambos están ilusionados con la iniciativa de Carlos San Juan, ya que creen que viene a poner un poco de "justicia" o, al menos, a intentarlo.

El Gobierno tiene tres meses para legislar contra la exclusión financiera de los mayores

La iniciativa de Carlos San Juan, no acabó ni en el Ministerio de Economía ni en el Banco de España. El eco de su recogida de firmas llegó hace unas semanas a la Cámara Alta, desde donde se le ha exigido al Gobierno un plazo de tres meses para legislar contra la exclusión financiera. 

Fernando no sabe cómo funciona un cajero y necesita atención personalizada.   MANU GARCÍA

El acuerdo, alcanzado por todos los grupos parlamentarios en el Senado excepto Vox y Ciudadanos, dice textualmente que el Gobierno "promoverá, en el plazo de tres meses siguientes a la aprobación desde la entrada en vigor de la ley, las modificaciones legislativas necesarias para garantizar la atención personalizada en los servicios de pagos a los consumidores y usuarios en situación de vulnerabilidad que lo demanden, sin discriminación motivada por brecha digital". Este texto tendrá que ser ratificado por el Congreso de los Diputados y tramitado por el Gobierno de coalición en las próximas semanas. 

A pesar del alcance político y mediático, Carlos San Juan no ha recibido respuesta por parte de los grandes grupos bancarios del país que, eso sí, temen el desgaste de su imagen pública. Si bien es cierto el gobernador del Banco de España Pablo Hernández de Cosa telefoneó a Carlos San Juan días atrás, el jubilado quiere compromisos fehacientes por parte de la banca.

"Registrar las firmas no es el final de la campaña sino el principio de los cambios que deben llegar. No queremos solo comunicados con buenas intenciones. Queremos una mejora de la atención en las sucursales bancarias. Y estas 600.000 personas no pararemos hasta conseguirlo", suscribió a las puertas del Banco de España. La revolución de los jubilados, tal y como llaman a este movimiento contra la exclusión financiera y digital de los mayores, irá hasta al final.

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