Este martes se inauguró la alta velocidad en Extremadura, un reclamo que acumulaba años y que se ha hecho realidad, aunque no se trata de un AVE como se pretendía, sino de un Alvia, un tren algo más lento y de distintas características. Este modelo, por ejemplo, es el que conecta a Cádiz con Madrid. Ahora también lo hace con Badajoz y la capital de España.
Durante todos estos años las imágenes tercermundista en el ferrocarril extremeño han ocurrido de forma frecuente. Muchos trenes se han parado en medio del trayecto, otros han descarrilado... en definitiva, casi ninguno llegaba a la hora prevista y, además, lo hacía en un tiempo mucho mayor de lo que se tarda en cubrir la distancia en coche e, incluso, en autobús.
A la inauguración acudieron el Rey y el presidente del Gobierno, pero el primer viaje completo no salió como estaba previsto. Debido a un error humano, el primer convoy, en lugar de ir por el trayecto nuevo, hubo un tramo en el que transcurrió por las vías tradicionales (y bastante anticuadas) que circulan por Extremadura. Finalmente, el tren llegó a su destino con unos 15 minutos de retraso.
Sin embargo, según informa el periódico Hoy Extremadura, el segundo viaje previsto está siendo aún peor. La hora de salida estaba a las 7.25, pero desde ese momento ya ha habido retraso. Dicho retraso se ha incrementado a su paso por Cáceres, donde era de más de 20 minutos y tras esto, la demora ha alcanzado una hora. El trayecto está pensado en algo más de cuatro horas, pero va a volver a realizarse en cinco por las averías técnicas que han confirmado Renfe y Adif.
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