Con la llegada del verano y el aumento de los baños en playas y piscinas, el servicio de emergencias 112 ha difundido en sus redes sociales una serie de recomendaciones esenciales para prevenir ahogamientos, especialmente en niños y niñas. Entre las más destacadas figura la conocida regla del 10/20, una pauta simple y efectiva para evitar despistes fatales: mirar a la piscina al menos cada 10 segundos y estar siempre ubicado en un lugar desde el que se pueda intervenir en menos de 20 segundos.
Seguridad activa y vigilancia continua
Uno de los consejos más importantes es evitar distracciones alrededor de la zona de baño. Para ello, se recomienda retirar juguetes u objetos llamativos que puedan atraer a los más pequeños y provocar caídas accidentales. La atención constante por parte de los adultos responsables es crucial, ya que el material más fiable no son los flotadores, sino los propios brazos del adulto a cargo.
En viviendas particulares, el 112 insiste en la necesidad de reforzar las medidas de seguridad. Instalar vallas, cobertores y alarmas en piscinas es fundamental cuando hay bebés o menores en el entorno. Estos elementos pueden marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.
Enseñar a orientarse puede ser vital
También es importante enseñar a los menores a identificar puntos de referencia visuales y establecer un punto de encuentro alejado del agua para facilitar la localización en caso de pérdida. La educación preventiva es una herramienta poderosa que puede evitar situaciones de riesgo.
El 112 recuerda que las comilonas y los cambios bruscos de temperatura pueden desencadenar choques térmicos peligrosos. Por eso, antes de meterse al agua, es fundamental que los menores aprendan a hacerlo poco a poco, mojándose primero muñecas, brazos y nuca.
Otro de los pilares de la prevención es el respeto a la autoridad en espacios acuáticos. Los socorristas tienen una función clara: rescatar y hacer cumplir las normas, pero en ningún caso sustituyen la vigilancia directa de madres, padres o tutores.
Finalmente, el servicio de emergencias anima a todas las familias a enseñar a sus hijos cómo actuar en caso de urgencia. Saber hacer una llamada al 112 puede salvar vidas, y es una habilidad que cualquier menor puede aprender si se le muestra cómo hacerlo correctamente.
En las últimas semanas, se han dado casos de fallecimientos por ahogamiento en piscinas. Un niño de cuatro años ha muerto este mismo lunes por la mañana tras caer a una piscina en la localidad malagueña de Mijas.


