La asociación de vecinos del Centro Histórico de Jerez ha hecho una primera evaluación de lo que podríamos llamar temporada de Zambombas, los cinco fines de semana (uno de ellos el puente de la Constitución) en los que se desarrolla ‘oficialmente’ la fiesta navideña jerezana.
El diagnóstico de lo que ocurrido durante estos cinco fines de semana se puede decir que es dual, varía si el análisis se hace sobre la interlocución con el gobierno municipal –recordemos que Agustín Muñoz, primer teniente de alcaldesa y delegado del Centro Histórico llegó a ofrecer su móvil para atender los problemas de los vecinos de la zona “a cualquier hora del día”–, que se considera positiva y que “ha mejorado respecto a años anteriores, sobre todo en lo que se refiere a cuestiones de movilidad y seguridad”, a si se pone el ojo sobre el planteamiento general de la fiesta que, para esta asociación de vecinos, no ha variado en absoluto.
En palabras de Tamara Jiménez, presidenta de la asociación, “en realidad, entendemos –se refiere a la colaboración establecida entre vecinos y la Administración local– que hemos estado apagando fuegos, poniendo una tirita a una herida sangrante y no buscando soluciones”, afirma.
En este sentido, Jiménez lleva el problema –el gobierno municipal, por ejemplo, no contempla el modelo actual de Zambomba como un ‘problema’ sino como una oportunidad de desarrollo económico y de promoción de la ciudad que, en efecto, puede que cause incomodidades puntuales, pero hasta ahí– a la gestión que se ha durante todos estos días de un espacio especialmente delicado. “El Centro Histórico de Jerez no puede ser un vertedero de basura, orines, vomiteras y cristales rotos durante las fiestas, durante todas estas semanas, hasta que el equipo de limpieza actúa de madrugada”, afirma.
Desde el principio de este ciclo ‘oficial’ de Zambombas, la asociación de vecinos ha sido bastante proactiva, yendo más allá de la queja y de la denuncia, pidiendo medidas concretas. "Necesitamos control de horarios y más refuerzo policial", señala Jiménez, pero, sobre todo, la presidenta entiende que ha llegado el momento en el que todos los colectivos implicados trabajen en determinar "qué tipo de fiestas queremos... seguir perpetuando el botellón, unas fiestas mercantilizadas o intentar recuperar aquello que teníamos. Seguir dando manga ancha a la hostelería o proteger nuestro patrimonio, a nuestros vecinos y nuestro comercio local. Y todo eso pasa por controlar y limitar la ocupación del espacio público", concluye Jiménez.
'Tardebuena' y Nochevieja
En enero habrá una valoración general de cómo han ido las fiestas por parte de la asociación de vecinos, con la idea de "comenzar a trabajar ya" de cara a las Zambombas del año que viene.
Por último, Jiménez recordó que todavía está por medio la 'Tardebuena', tal y como se conoce desde hace ya unos cuantos años la salida por la tarde del día 24, aunque lógicamente ahí no hay problema con los horarios y, sobre todo, la Nochevieja, en la que está previsto el uso de la plaza de la Asunción hasta las cuatro de la mañana "como si estuviéramos en un polígono industrial", concluye.





