"Quien entre en la masonería pensando que tenemos poder en el mundo acabará frustrado"

manuel_torres_masoneria23
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Prohibida durante el franquismo en España, tachada de secta en ocasiones y comúnmente considerada una organización secreta o grupo de poder, la masonería siempre ha estado envuelta en un aura de misterio. “Que siga siendo una gran desconocida en parte es culpa nuestra. Hemos tenido una excesiva cautela y muchos de nosotros, una prevención a manifestarnos tal cual somos”. Quien habla es Manuel Torres Izquierdo (Valencia, 1948), abogado, exdiputado en el Congreso por la UCD durante la primera legislatura tras la dictadura y maestro masón de la Gran Logia de España. Torres ha estado estos días de paso por Cádiz para explicar su programa electoral a los miembros de la comunidad masónica en la provincia. El valenciano es uno de los tres candidatos a ser gran maestro de los masones regulares de España, junto al actual gran maestro, Óscar de Alfonso y a otro de los maestros masones, Ramón Viñals.

Algunos sitúan los orígenes de la masonería en la antiguas civilizaciones persas, egipcias o griegas, si bien la llamada masonería especulativa, la que existe en la actualidad, nace a principios del siglo XVIII tomando la estructura de los gremios medievales. De ahí que sus símbolos sean el compás y la escuadra. En España hay cerca de 3.000 masones repartidos en diferentes provincias masónicas —que no se corresponden con las que conforman el Estado español— y logias, siendo seis de ellas gaditanas (Jerez, La Línea, El Puerto y tres en la base de Rota), si bien en la provincia han llegado a existir a lo largo de la historia hasta 400.

La gran pregunta que aún se hacen muchos. ¿Qué es la masonería?

La masonería, desde un punto de vista oficial, es una fraternidad iniciática, una hermandad donde se lleva a cabo un camino de perfección del ser humano y a través de ella se busca la perfección de la humanidad. Personalmente también la considero un sistema particular de moral, que se transmite a través de símbolos y alegorías. Es una de las más importantes vías que existen en Occidente para darle sentido a la vida.

En España hay cerca de 3.000 masones repartidos en provincias masónicas y logias. En Cádiz hay seis de ellas

¿No es algo utópico?

Yo creo que es bueno trazarse en la vida horizontes utópicos para que luego el camino sea realista y pragmático de cara a alcanzar esos horizontes. La persona que no se fija esos horizontes idealistas puede caer en un exceso de pragmatismo, y de ahí al materialismo y al egocentrismo hay un paso. Por el contrario, la persona que se queda solo en el idealismo sin ver que la realidad de cada día es pragmática, normalmente no logra hacer realidad esos avances de progreso hacia el futuro. Es necesario tener horizontes utópicos, pero también un enorme pragmatismo y realismo en el día a día.

Manuel Torres se inició en la masonería gracias a sus lecturas de libros de la extinta editorial Ruedo Ibérico, que durante la dictadura se podían adquirir clandestinamente en Francia. “Un masón tiene que ser un buscador de la verdad y a raíz de lo que yo leí, fui introduciéndome en el deseo de conocer”, señala. A través de un amigo entabló contacto con masones, iniciándose en Francia en la fraternidad en 1979, tres años antes de que la masonería se legalizara en España.

¿El masón nace o se hace?

Yo creo que hay muchas personas que son de corazón masones, a pesar de que no han pasado por la ceremonia de iniciación, pero también se hace, porque a través de la iniciación y del trabajo en la logia va interiorizando los valores y principios de la masonería, que te llevan poco a poco a esa perfección que se busca. La masonería no es una cuestión de linaje, sino de una convicción personal, de auto aceptación del camino de perfección que uno libremente desea.

¿Cuál es el denominador común del masón?

Es extraordinariamente variopinto, afortunadamente. Todos los seres humanos somos distintos y la riqueza está en coger los aspectos positivos de cada persona e ir interiorizándolos en ese camino de perfección hacia lo que para nosotros es la gloria del gran arquitecto del universo, del ser supremo. Nosotros vivimos en este mundo de realidades cotidianas, pero nuestra aspiración es tender a la unidad de todos, a ese reencuentro fraterno entre todos. Ese camino de perfección e integración solo es posible llevarlo a cabo si uno va percatándose de que otra persona tiene unos valores y unas ideas que, aunque no sean las suyas, también pueden ser positivas, y en esa compenetración se lleva a cabo esa concentración de ideas, sentimientos y convicciones positivas.

Habla de un ser supremo, del gran arquitecto del universo. ¿Es un equivalente al Dios de los católicos, de los musulmanes…?

La masonería no es una religión, es un camino de perfección con unas bases éticas. Desde lo ético se entra en el humanismo, un humanismo solidario en igualdad, no desde la superioridad de uno a otro, sino desde la comprensión de la dignidad humana y, a partir de ahí, a un sentido abierto y libre de la espiritualidad, que no religiosidad. Normalmente los movimientos religiosos son competitivos, y no es el caso de la masonería.

¿Se entiende entonces que el masón es una persona laica?

Aquí caben personas de cualquier creencia, tanto religiosa como política. Lo único necesario es que sea una persona tolerante. El que una persona tenga una jerarquía de valores de un tipo y otra de otro es enriquecedor, y nos lleva a reflexionar sobre el porqué de la diferencia de cada uno para llegar a comprender y tener un sentimiento positivo de afecto sincero hacia la condición humana en su natural diversidad.

A lo largo de la historia ha habido muchos y notables masones...

En todas las áreas de la actividad del ser humano han existido masones muy notables. Aquí en Cádiz la mayoría de los redactores de La Pepa, la Constitución de 1812, lo fueron. Pero el hecho de que haya habido masones ilustres no significa que para ser masón haya que ser una persona reconocida por la sociedad. La búsqueda la hace cualquier persona que tenga un sentido de la duda y por lo tanto, del misterio de nuestra existencia.

Muchos de esos ilustres masones han influido dentro de grupos de poder.

Hay que reconocer que en algunos países la influencia socioeconómica de la masonería es importante, lo cual no quiere decir que seamos un lobby. Una cosa es tener como objetivo ser un poder socioeconómico, que no es el caso, y otra que se nos pueda considerar como que tenemos un determinado poder en este mundo. El que se considere así que lo valore como quiera. Pero le puedo asegurar que aquella persona que entre en la masonería con el objetivo de hacerlo en una organización que considere de poder, lo normal es que al poco tiempo reciba una notable frustración y se vaya.

¿Qué me dice de ese halo de secretismo que rodea a la masonería?

El secretismo en masonería no proviene de que lo seamos. Hoy cualquiera puede contactar con nosotros y conocernos a través de internet. Históricamente sí tenía sentido ese secretismo, porque por nuestra defensa de la tolerancia en todos lo sentidos hemos sido víctimas de ataques, y eso requería una actitud de prudencia frente a los demás. Afortunadamente eso ya no es necesario en los países democráticos. Otra cuestión es que la fórmula a seguir para el camino de perfección que buscamos sea secreta, lo cual no quiere decir que la organización lo sea. Es como la Coca Cola. Todo el mundo la conoce, pero ¿quién conoce su fórmula?

"No somos una organización secreta, otra cuestión es que la fórmula a seguir para el camino de perfección que buscamos lo sea"

¿Qué papel tiene la mujer en la masonería?

En masonería tanto el hombre como la mujer pueden ser masón o masona. Es verdad que dentro de las organizaciones masónicas las hay que son exclusivamente masculinas, otras exclusivamente femeninas y otras mixtas. Cada cual puede entrar o llamar a la puerta de la organización de la que se sienta más cómoda.

¿Por qué piensa que aún está mal vista la masonería en España?

En España el problema mayor es que la masonería sigue siendo una gran desconocida y es difícil apreciar las cosas si no son conocidas. Y no es conocida porque en la época del franquismo se ha deseado ponernos como la antítesis de todo lo adecuado, cuando realmente nuestro camino es el de la perfección. Por otra parte, posiblemente sea desconocida también por nosotros mismos. Hemos tenido una excesiva cautela y muchos de nosotros, una prevención a manifestarnos tal cual somos. A nadie le importa decir que es de tal creencia filosófica, política, social, deportiva o cultural, sin embargo decir que uno es masón aún le cuesta a algunos. Pero a medida que la masonería sea normalmente conocida en nuestra realidad, en lo positivo y lo negativo, se encauzará muchísimo y se enraizará muchísimo. A pesar de los valores materiales que hoy son dominantes en el mundo, todos tenemos una necesidad de respuestas de nuestro interior, y la masonería se la dará a quien sinceramente la busque. Queda mucho por hacer en España para darnos a conocer y cuando eso se vea como normal, en nuestro país habrá un boom de la masonería muy notable. Todo el mundo tiene que saber que la masonería siempre tendrá unas abiertas, libres y afectuosas relaciones con todos, porque lo diverso es natural y nosotros lo aceptamos como tal.

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Jorge Miró

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