La asociación protectora de animales Galgos del Sur denuncia públicamente que la Junta de Andalucía a hecho caso omiso a la carta que le fue enviada por el Intergrupo del Parlamento Europeo sobre Bienestar y Conservación de los Animales al Gobierno y las 17 Comunidades Autónomas donde expresaron su preocupación por el trato que se da en España a los perros de caza, haciendo hincapié que en el artículo 13 del Tratado de Lisboa exige que los Estados miembros de la UE adapten sus legislaciones nacionales de manera que cumplan con la consideración a los animales como seres sintientes (sentient beings) y la misma sea tenida en cuenta en futuras iniciativas políticas.
El propio Intergrupo, en dicha misiva manifestaba lo siguiente: “consideramos que el trato a los perros de caza en España está en contradicción con los valores europeos y no encontramos justificación alguna de la diferenciación en la protección que se otorga a los animales de compañía, frente a la que se da a galgos y otros perros de caza, considerados animales de trabajo. Distinción que sin lugar a equívocos está disminuyendo notablemente su nivel de protección, negándoles la condición de seres sintientes reconocidos en el Artículo 13 que, entre otras cosas, exige que se los mantenga en condiciones razonables de habitabilidad y libres de todo sufrimiento innecesario, incluido el abandono y maltrato por parte de sus dueños”. La carta continuaba en otro párrafo diciendo: “cabe señalar en este contexto que, en el resto de la Unión Europea, la caza con perros en campo abierto, modalidad en la que no interviene el hombre, está prohibida por ley a causa de la crueldad que ella conlleva”.
Javier Luna, portavoz de Galgos del Sur, manifiesta “que la Ley en un despropósito haciendo este tipo de diferenciaciones entre seres sintientes". Entre otras diferenciaciones que hace la Ley, “un claro ejemplo son las razas de perros destinados a las rehalas y recovas”. Además añade que “como ejemplo si un podenco está conviviendo como animal doméstico con su guardador, poseedor o propietario como animal en su vivienda gozará la protección que viene recogida en la norma, no obstante si ese mismo podenco vive como animal de renta en un bidón de chapa metálica, atado a un olivo a la intemperie, sujeto a una cadena y solo es liberado los días de caza no gozarán de la protección de la nueva ley de Bienestar Animal de Andalucía”.
Por su parte, Galgos del Sur denuncia que en el Articulo 3.1 del anteproyecto de Ley de Bienestar animal de Andalucía donde son definidos los animales domésticos, excluye del paraguas a los perros de rehala, recova o jauría destinados a actividades cinegéticas en caso de no convivir con la personas con el fin de la compañía, refiriéndose a la totalidad de estos animales, donde son mantenidos aislados de las personas como útiles de caza. A su vez, la asociación acusa a la Junta de Andalucía de dar amparo con esta nueva Ley a los rehaleros, podenqueros y perreros "para que puedan continuar manteniendo a sus perros en perreras y zulos insalubres, aislados, sin las atenciones adecuadas y encadenados sin poder ser sancionados".
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