El 22 de abril de 2015, Sandra y Elías perdieron a su hijo, un bebé que falleció con apenas 20 días de vida por culpa de un hongo.
El pasado día 1, en la víspera del cumpleaños del pequeño Héctor, estos padres se llevaron una desagradable sorpresa al descubrir que en el lugar de la lápida había una placa de pladur. Elías decidió subirse a una escalera para ver qué había detrás del pladur y descubrió que no había nada. Los restos de su hijo no se encontraban allí.
Cuando su hijo falleció, a la familia le ofrecieron un entierro de beneficencia. El bebé fue enterrado en un nicho gratuito, que sus padres visitaban a menudo. Sin embargo, sin aviso de ningún tipo a la familia, los huesos de bebé han pasado a una fosa común.
Sandre y Elías han acusado al cementerio de haber perdido los restos del pequeño. Según Cementiris de Barcelona, los restos de Héctor se encuentran en la fosa del Cementerio de Montjuic.
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