Un bebé, de unos dos años, ha muerto en un accidente registrado en la noche del domingo en un domicilio de la calle Ángel Senra, en la ciudad de A Coruña. La alerta llegó a través de un vecino que, a las 23,20 horas, llamó preocupado porque el menor no reaccionaba, según ha informado el CIAE 112 Galicia. Por su parte, fuentes consultadas por Europa Press han señalado que el menor tiene unos dos años de edad.
Tras recibir el aviso, el CIAE 112 Galicia activó el protocolo de emergencias y dio aviso inmediato al Servizo de Urxencias Sanitarias de Galicia-061, así como a la Policía Nacional, Autonómica y Local. El despliegue se coordinó de forma rápida. Los recursos llegaron al inmueble y actuaron con celeridad, pero el desenlace fue el más trágico.
Una vez en el lugar, los servicios de emergencias confirmaron el fallecimiento del menor. La policía investiga los hechos para esclarecer lo ocurrido. Según las primeras informaciones, todo indica que pudo enredarse con los tiradores de un estor. Se trabaja con esa hipótesis, mientras se recaban datos y se analizan las circunstancias exactas del accidente.
Grupo de intervención
Además, con el objetivo de ofrecer apoyo especializado a los familiares, se activó al Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias (GIPCE) del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia. La prioridad, subrayan desde los servicios movilizados, es acompañar a la familia y garantizar la atención psicológica necesaria en un momento especialmente duro.
Los hechos han causado conmoción en el entorno, marcado por la crudeza de una llamada que entró de madrugada y por un operativo que se mantuvo activo hasta confirmar el resultado. El parte de emergencias recogió el itinerario de la intervención: la notificación del vecino a las 23,20 horas, la activación de 061 y de los distintos cuerpos policiales, y la constatación del fallecimiento en la vivienda.
A esta hora, la investigación continúa abierta. No se descarta ninguna línea de trabajo dentro de la diligencia policial, aunque la hipótesis que se maneja —que el pequeño pudo enredarse con los tiradores de un estor— es la que guía las actuaciones preliminares. La asistencia del GIPCE permanece disponible para la familia, que recibe apoyo psicológico tras una noche marcada por la tragicidad del suceso.