Una tarde normal en la ciudad italiana de Nápoles, la modelo Serena de Ferrari se encontraba posando junto a la actriz Kyshan Wilson para una sesión de fotos para la revista Not yet mag. Una de las poses suponía que las dos modelos se besaran, pero el trabajo se vio interrumpido por una monja que en ese momento paseaba por la calle.
En una esquina de la calle, un poco apartados, el fotógrafo intentaba tomaba la foto cuando la religiosa quiso interrumpir el trabajo. Con rabia, la monja separa a las dos mujeres del brazo y empieza a increparlas. Las dos modelos se miran con incredulidad ante lo que están contemplando.
“El diablo”, exclama la monja en italiano y comienza a santiguarse. Las modelos se ríen ante la situación, pero no le dicen nada. La religiosa sigue mirando a todos los presentes con desaprobación por lo sucedido.
Mientras esto ocurría, un trabajador de la editorial alcanzó a grabarlo todo con el móvil. La propia Ferrari compartió el vídeo de su compañero con un claro mensaje: “Dios no es LGTBI”. El vídeo se ha hecho viral en todo el mundo y tiene más de 2 millones de visualizaciones.