Masajes con "final feliz" en una unifamiliar de Jerez: "En España se puede formar un puticlub en cualquier casa"

Los vecinos de una urbanización de Pozoalbero denuncian la vuelta de unas prostitutas a una vivienda donde ofrecen sus servicios: "Legalmente no podemos hacer nada"

Un primer plano de la vivienda. FOTO: MANU GARCÍA.
Un primer plano de la vivienda. FOTO: MANU GARCÍA.

Fue a finales del pasado mes de junio cuando los medios de comunicación locales se hicieron eco de la noticia. Una casa de citas de la urbanización jerezana de Pozoalbero, al norte de la ciudad, se encontraba camuflada en una unifamiliar. Los vecinos, cansados de soportar fuertes ruidos a lo largo de la madrugada y compartir espacio en un entorno nada cómodo para sus hijos e hijas, trasladaron su situación a la Policía, que poco pudo hacer al respecto. No es la única zona de la ciudad con estos problemas.

"Esto se encuentra en una situación de alegalidad, no es realmente ilegal", explica a lavozdelsur.es un vecino que prefiere mantener el anonimato. "Hemos llegado a escuchar hasta los tacones de ellas por las noches", añade. La Policía Local, que se ha personado en la vivienda en varias ocasiones, no ha podido más que pedir la documentación a las chicas —cuatro según los vecinos—, para comprobar que tienen los papeles en regla. El propietario del inmueble, que fue encontrado tras llevar el caso a la Mesa de Seguridad del Ayuntamiento de Jerez, reside en el norte del país, desde donde aseguró que ya había decidido no renovar el contrato de arrendamiento a partir del 1 de julio, desentendiéndose del problema. No obstante, fuentes vecinales aseguran a este medio que este es conocedor de las actividades que se desarrollan dentro de la casa. Una versión que contradice a la que utilizó meses atrás el propietario.

Por su parte, la madame de la supuesta casa de citas, en la que según cuentan a este medio se desarrollan "masajes eróticos con final feliz", se puso en contacto con la asociación de vecinos Palos Blancos el pasado verano, asegurando que abandonarían la vivienda. Sin embargo, tras varias semanas de aparente tranquilidad e incluso la visita de un posible comprador del inmueble, "las chicas han regresado". "Han vuelto a venir y lo han hecho con todas las de la ley, ya no tienen ningún temor"; explica a este medio, José Grilo, presidente de la asociación vecinal, que ya está estudiando qué medidas tomar al respecto.

"Estamos decidiendo si ponernos con una pancarta reivindicando que se vayan", asegura, al mismo tiempo que sostiene que los vecinos están ya "aburridos". "Tienen niños chicos y por las noches la gente que va se confunde de casa y hasta llaman a sus timbres", cuenta. La indignación del presidente vecinal llegó a su cénit cuando agotó las posibilidades de emprender acciones legales, dada la situación de vacío jurídico. "Legalmente no podemos hacer nada, parece que en este país se puede ejercer la prostitución sin ningún tipo de problema, no hay manera de echarlos, a menos que armen escándalos o hagan otro tipo de cosas", añade.

Otro vecino, en declaraciones a este periódico digital, cree que la aparente salida de las prostitutas de la casa este verano fue una forma de "calmar" a los vecinos, y que en realidad tenían intención de seguir con este negocio que se sitúa en un limbo jurídico. "España se puede formar en puticlub en cualquier casa", sostiene en esa línea Grilo, que lamenta la vuelta a las andadas. "La otra vez lo solucionamos y ahora estamos a la espera de reunirnos y ver qué podemos hacer", concluye. Ahora quedan a la espera de que el caso vuelva a ser llevado a la Mesa de Seguridad, con la esperanza de que el gobierno local apruebe una ordenanza de convivencia o algún tipo de medida a la que aferrarse para impedir que se sigan desarrollando estas actividades junto a sus casas.

Aunque parece que los ruidos han disminuido y la discreción es algo mayor —insisten que antes no tenían problemas en hacerse ver—, los vecinos de esta calle de Pozoalbero continúan viendo salir y entrar a hombres que usan los servicios de las prostitutas. De esa forma conviven desde hace meses, con el miedo y pudor de que sus familias y, especialmente, los más pequeños se vean envueltos o reconozcan qué se fragua dentro de la unifamiliar.

El propietario sostiene que en la vivienda vive una familia

El propietario de la vivienda, que reside en el norte de España, sostiene a lavozdelsur.es que desde el pasado mes de julio que fueron echados los anteriores inquilinos con la ayuda de la Policía, en la vivienda reside una familia, contradiciendo la versión de los vecinos.

Según comunica a este medio, este sólo ha estado en varias ocasiones en la vivienda, que compró como una "inversión" en la ciudad, en la que no reside desde hace bastantes años, ya que desempeña sus actividades laborales a nivel nacional desde otra localidad. De esa manera y tras conocer la información de este artículo, asegura que emprenderá las acciones oportunas para aclarar los hechos y acudiendo a la vía judicial si fuera necesario.

Sobre el autor:

Sebastián Chilla.

Sebastián Chilla

Jerez, 1992. Graduado en Historia por la Universidad de Sevilla. Máster de Profesorado en la Universidad de Granada. Periodista. Cuento historias y junto letras en lavozdelsur.es desde 2015. 

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