Esta semana ha sido clave en el Bono Alquiler Joven. El sábado se cumplen once meses desde que se abriera el plazo en Andalucía para solicitar una ayuda mensual de 250 euros aprobada por el Gobierno de España pero gestionada por las comunidades autónomas. El Ejecutivo de Juanma Moreno está siendo uno de los más lentos a la hora de aplicar la medida y la paciencia de muchos jóvenes ya se ha agotado.
El lunes se produjeron concentraciones frente a las sedes de la Consejería de Fomento y Vivienda en todas las provincias para reclamar soluciones ante la situación y pedir la dimisión de Rocío Díaz, consejera de Fomento y Vivienda. Pese a que la asistencia no fue multitudinaria, la protesta logró que el presidente de la Junta pidiera disculpas, reconociera errores y anunciara el ceses de una jefa de servicio del departamento responsable.
Las protestas también lograron algo más de transparencia en el Gobierno andaluz sobre este tema. Un día después de la convocatoria, la Junta hizo público que se habían pagado 1.600 solicitudes de un total de un total de 4.250 propuestas favorables. En total 17.000 andaluces pidieron esta ayuda entre el 14 y el 17 de noviembre del pasado años. Sin embargo, la consejera afirmó en el Parlamento de Andalucía hace unas semanas que sólo se iban a beneficiar unos 12.000.
El único criterio para la resolución de las solicitudes que establecía la medida en la propia web de la Junta era el orden de llegada de las mismas, más allá de los requisitos generales de edad y renta. Pero la realidad se está alejando de esto. La Consejería que dirige Rocío Díaz no está resolviendo las solicitudes por orden de llegada o "concurrencia no competitiva" como establece técnicamente la web de la Junta.
Es por ello que muchos jóvenes se están encontrando con que su solicitud, presentada en las primeras 24 horas, no ha sufrido modificaciones en su tramitación mientras que la de conocidos sí pese a que fueron realizadas horas e, incluso, días más tarde.
La explicación que algunos trabajadores de la Junta han ofrecido a los jóvenes afectados por la circunstancia es que la categoría de cada solicitud también influye a la hora de gestionarla con mayor o menor velocidad. Esto provoca que algunas de ellas se vayan quedando atrás mientras que otras avanzan sin complicaciones a pesar de haber sido realizadas más tarde.
La medida del Bono Alquiler Joven incluía cinco tipos de contratos de alquiler: tipo 1, contrato de vivienda de una sola persona arrendataria; tipo 2, contrato de vivienda de un sola persona arrendataria que forma una familia o una unidad de convivencia con el resto de residentes de la vivienda; tipo 3, contrato de vivienda de varias personas arrendatarias que forman una familia o una unidad de convivencia; tipo 4, contrato de vivienda de varias personas arrendatarias que no forman una familia o una unidad de convivencia y tipo 5, contrato de habitación.
Aquellos que se están tramitando de manera individual son los más fáciles de resolver. Sin embargo, los que son conjuntos como el tipo 3 requieren tienen mayor complejidad por la necesidad de cruzar más datos para comprobar que se cumplen las exigencias.
Llamamiento a la calma de la Junta de Andalucía
Ante el crecimiento de las críticas y las protestas de los jóvenes afectados por los retrasos de la Junta de Andalucía en la gestión del Bono Alquiler Joven, el portavoz del Gobierno andaluz quiso hacer un llamamiento a la calma poco después de que el propio Juanma Moreno afirmase que la Consejería se había equivocado en la forma elegida para tramitar las solicitudes.
Ramón Fernández-Pacheco señaló que todo aquel que hubiera realizado la solicitud en tiempo y forma y tuviera asignada la reserva de créditos iba a cobrar lo que le correspondiese. El portavoz de la Junta hizo referencia de esta forma al SMS que muchos jóvenes recibieron antes del verano con un mensaje que mencionaba esta reserva de crédito. Para muchos ha sido la única notificación que han recibido de la administración sobre el tema.
