"Vamos a trabajar solo con aquellos productores que, en caso de estar ubicados en zonas catalogadas como de riesgo hídrico, demuestran hacer uso razonable y sostenible del agua de regadío", aseguró hace unos días la cadena de supermercados alemana Aldi en una nota de prensa.
Lo hizo después de que la asociación alemana Campact iniciara una campaña para exigir a las cadenas de supermercados del país que dejen de vender fresas procedentes de España para no contribuir a la desecación del Parque Nacional de Doñana. A ella se ha sumado Aldi, que afirma que es "consciente" del "impacto y responsabilidad en toda la cadena de valor en relación al respeto con el medioambiente y respecto a las personas".
"Edeka, Lidl, Rewe y Aldi contribuyen indirectamente a la desecación del Parque Nacional de Doñana al vender fresas de la sequía", ha llegado a asegurar Friederike Gravenhorst, responsable de campañas de Campact, la organización que impulsa la campaña. "Esto es amargo. Las cadenas de supermercados deben asumir su responsabilidad y retirar estas fresas de su surtido. Es la única forma de presionar a la Junta de Andalucía y salvar el parque nacional", asegura.
"Especialmente tras el éxito electoral del Partido Popular en las elecciones regionales y locales del pasado fin de semana, existe el peligro de que el robo de agua pase ahora a estar permitido oficialmente", alerta una asociación que, con su campaña, ha puesto en riesgo muchos puestos de trabajo de un sector que da de comer a numerosas familias en la provincia de Huelva.
Contra esta campaña, en redes sociales se está promoviendo un boicot a Aldi con la etiqueta #BoicotAldi, por la que se anima a no comprar en la cadena de supermercados alemana, en respuesta a su rechazo a seguir vendiendo frutos rojos procedentes del entorno de Doñana.
Aldi, en un comunicado remitido a este medio, asegura que compra "la mayor parte de las fresas que se encuentran en nuestros supermercados a proveedores de Huelva, siendo todas de origen España debido a la exigente calidad del producto nacional".
"Trabajamos con proveedores que comparten nuestra forma de entender la calidad y la responsabilidad, mantenemos relaciones comerciales justas y de cooperación con ellos, algunas durante décadas, y nos comprometemos a cumplir las normas sociales y la legislación nacional en toda la cadena de suministro", dice la cadena, que quiere "seguir reforzando la gestión sostenible del agua en la producción de frutas y hortalizas".
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