Las imágenes de caballos en la Feria reabren el debate: ¿carruajes eléctricos para sustituir a los animales?

Cocheros pateando a un caballo exhausto o la muerte de una yegua enferma y deshidratada ante las altas temperaturas y el cansancio han vuelto a poner el foco en el trato que se da a los animales en estos festejos

La unidad de Veterinaria en la Feria de Sevilla.
La unidad de Veterinaria en la Feria de Sevilla.

Es miércoles de feria y las temperaturas ascienden hasta rozar los 40 grados en la ciudad de Sevilla. Cerca de las cuatro de la tarde una yegua cae fulminada en el Paseo Colón tras tirar varias horas de un carruaje estando enferma y deshidratada.

Un día antes, en pleno Real de la Feria de Abril, dos hombres pegan patada a un caballo que se ha desplomado. Las imágenes no tardan en ver la luz a través de las rede sociales. Tan sólo son dos casos, pero buceando por internet se puede encontrar alguno más. Todo sin contar el incendio fortuito que acabó con la vida de otros dos animales en una de las carpas anexas a la Feria.

Estas situaciones son de la Feria de Sevilla que acaba de terminar. Sin embargo, son situaciones que se vienen repitiendo durante todos estos años. Ahora, los móviles y las redes sociales facilitan su difusión y la concienciación de la sociedad sobre estos sucesos.

La Policía de Sevilla no tardó en comunicar que había denunciado a la dueña de la yegua muerta por cansancio por un delito de maltrato animal. Tras conocerse este suceso, las autoridades municipales hicieron público que había "activado un dispositivo de agentes de paisano cuyo cometido es detectar este tipo de actuaciones para evitar situaciones de maltrato en los animales".

Cada uno de los días de Feria es habitual ver entre las 12 horas y las 20 horas una multitud de coches de caballo por el Real. Es el horario tradicional y oficial para estos paseos y en esta edición, a pesar de que los pronósticos señalaban temperaturas entre 35 y 40 grados, no se ha modificado.

Ivan Jiménez, portavoz del servicio municipal de cocheros de Sevilla señaló a El País que la dueña de la yegua fallecida era "un garbanzo negro" y se trataba de una actitud "inadmisible" que "debería estar penalizada de por vida".

Hace unos años el Ayuntamiento instaló dos abrevaderos en la Feria de Sevilla para que los animales pudieran refrescarse e hidratarse. En redes también se han publicado imágenes de este tipo en la que se ven a caballistas echando jarras de agua por encima del animal.

Uno de los partidos más activos a la hora de difundir las imágenes de maltrato es el Partido Animalista (Pacma). Desde la formación reconocen que se ha mejorado en el trato con estos abrevaderos y con un servicio de veterinaria, pero luchan por la abolición de este servicio. No sólo en la Feria de Abril, sino también en el resto de ferias y romerías, así como el uso turístico que tiene a diario.

"Nosotros hemos propuesto soluciones y fórmulas para eliminar estos vehículos por carruajes eléctricos", afirma Javier Sanabria, miembro de la Junta Directiva Nacional de Pacma. Sanabria es sevillano y asegura que sabe "lo que es la Feria para Sevilla". Sin embargo, no la entiende como "un disfrute a base del maltrato de un animal por muy bonito, tradicional y estético que sea".

Esta es la principal propuesta que hacen desde la formación y ya se la han trasladado al Ayuntamiento a través de la elaboración de ordenanzas municipales, aunque no han recibido respuesta. De hecho, Pacma también ha mantenido reuniones con la Universidad de Sevilla para ver si es viable realizar este tipo de motores que permitan prescindir de los animales. "Sería factible, el único problema es el coste".

En cualquier caso, una de los motivos que se esgrime para mantener esta actividad es el empleo que genera. "Todo el mundo mantendría su trabajo. Lo único que cambiaría es el caballo por un motor eléctrico", asegura Sanabria.

Cada año, desde el Partido Animalista solicitan los datos al Ayuntamiento para conocer el número de incidentes que han afectado a los caballos. El Consistorio tarda unos seis meses en dar respuesta y lo hace de forma escueta y sin entrar en demasiados detalles. Para conocer las de este año tendrán que esperar, aunque calculan que como años anteriores se habrán producido alrededor de 80 intervenciones veterinarias. "Y cuando el caballista lo lleva es porque el animal está muy malo", afirma sobre estos casos.

El plan que esboza Sanabria es con una retirada paulatina en cuatro o cinco años de todos los coches de caballo. No obstante, como conocedor de la ciudad es consciente de este plan es complicado. "Somos realistas y sabemos que a lo mejor tarda 20 años".

Mientras tanto, la organización propone algunas mejoras como el incremento de revisiones, la limitación de los paseos según la temperatura (algo que Adelante Andalucía ha solicitado en la Feria de Jerez) o la limitación de los coches de caballo por la carretera para evitar determinados accidentes con otros vehículos.

Otra de las cuestiones en las que se ha insistido esta edición de la Feria es en los controles de alcoholemia a la salida del Real para los caballistas y es que es habitual ver a algunos con un catavinos. "Se siguen haciendo cosas que se podrían evitar", cuenta Sanabria sobre hechos como este. "Estamos mejor que hace 15 años, pero estaría bueno que no estuviéramos mejor".

Sobre el autor:

Emilio Cabrera.

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