La guardia civil de Jerez experta en 'controlar' armas y en abrir caminos

Cuando las mujeres aún no podían entrar en el cuerpo, María del Carmen Villanueva ya decía que quería ser guardia civil. Lo consiguió hace 25 años y desde entonces lleva derribando mitos y peleando logros

María del Carmen Villanueva, en la zona fría donde revisa armas en el cuartel de la Guardia Civil de Jerez.
María del Carmen Villanueva, en la zona fría donde revisa armas en el cuartel de la Guardia Civil de Jerez. MANU GARCÍA
11 de mayo de 2025 a las 20:43h

La abuela de María del Carmen Villanueva (Jerez, 1975) tenía una pensión en la céntrica calle Caballeros de su ciudad natal, por la que pasaban muchos militares. "Veía esos cinturones brillantes y me llamaba la atención. Pero claro, entonces las mujeres no podían entrar en el Ejército", recuerda, pero ella, desde muy pequeña, decía que quería "hacer la mili". 

Hasta 1988 no se permitió la entrada de mujeres en el Ejército. María del Carmen ingresó en el Ejército del Aire a los 21 años, empezando su trayectoria en la Base de Morón, aunque con la idea clara de recalar luego en la GuardiaCivil, a través de las plazas reservadas para militares. 

"Es lo único que decía que quería ser de mayor, aunque me dijeran que no se podía", insiste Villanueva, quien lleva un cuarto de siglo en la Benemérita, que para ella es "una mezcla de servicio al ciudadano con defensa de tu país". En todo este tiempo ha estado abriendo puertas pocas veces exploradas por mujeres, rompiendo techos de cristal. Abriendo caminos. 

MARIA DEL CARMEN VILLANUEVA 14
Villanueva, en el cuartel de la Guardia Civil de Jerez.   MANU GARCÍA

Consiguiendo mejoras, ya no para ella, sino para que quienes vengan "no pasen por lo que yo he tenido que pasar". Así, ya habrá sentido que "ha merecido la pena" todo el esfuerzo. Cuando dice esto piensa en uno de sus sueños no cumplidos: trabajar en una embajada.

Ella no lo ha conseguido, su marido —que también es guardia civil— sí. Hasta se sacó el nivel B2 de inglés para poder optar a alguna plaza, "pero solo iban hombres". Por eso pidió informes para saber cuántas mujeres habían sido destinadas a embajadas en las últimas convocatorias. Una y otra vez. Hasta que en la última convocatoria, como mínimo hubo una mujer en cada destino.

"Me emociona saber que he puesto granitos de arena para conseguir logros, aunque para mí sea tarde"

"Me emociona saber que he puesto ese granito de arena, aunque para mí sea tarde... Pero bueno, he abierto esa puerta", sostiene María del Carmen Villanueva, hermana y mujer de guardias civiles. Y espera ser madre también, porque una de sus hijas se está preparando las oposiciones para entrar en el cuerpo.

María del Carmen Villanueva forma parte del 10,4% de mujeres que integran la Benemérita —8.200 de los 80.000 agentes que hay en total—. Cuando entró, en el año 2000, eran muchas menos. Desde entonces lleva abriendo esas puertas. También fue la primera mujer en ocupar la secretaría general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), una "sorpresa" para ella misma cuando se lo propusieron, pero una experiencia "increíble" que la hizo conocer "un mundo que me era desconocido".

Desde que ingresó en la Guardia Civil lleva reclamando, reivindicando, y recogiendo también reconocimientos. Como formar parte de la agenda Tributo a las Nuestras 2025, "Mujeres jerezanas en la historia", impulsada por la tenencia de Alcaldía de Igualdad y Diversidad del Ayuntamiento de Jerez.

Villanueva está integrada en la división de Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil desde hace dos décadas, una especialidad "rara" dentro del cuerpo, que incluso muchos compañeros desconocen, pero que entraña mucho peligro. 

¿Qué hace en Intervención de Armas?

"Como trabajamos normalmente por la mañana, muchos piensan que somos oficinistas, pero nada de eso", comenta María del Carmen risueña, antes de explicar en qué consiste su trabajo. 

En su puesto, atiende a personas que previamente han sacado cita previa, a las que se investiga sus antecedentes, antes de revisar su documentación cuando llega al cuartel a pasar revista a sus armas.

MARIA DEL CARMEN VILLANUEVA 12
María del Carmen Villanueva, tras la entrevista.  MANU GARCÍA

"Es un trabajo que conlleva mucho peligro, porque estás todo el día manipulando armas. Algunas veces viene gente con sus armas cargadas e imagínate...". Hace poco tuvo un susto, cuando se disparó un rifle."Menos mal que tenemos medidas de seguridad bastante avanzadas", comenta.

"Hay una zona fría donde se desenfunda el arma, se mete el cañón y ahí se hacen las comprobaciones", explica Villanueva, quien en ocasiones también realiza inspecciones en armerías, o a vigilantes de seguridad que tienen licencia de armas. Pero también cuando hay recreaciones de armas históricas o espectáculos de fuegos artificiales. Hasta las armas de la Policía Local.

"España es uno de los países que mejor sistema de control de armas y explosivos tiene. De Alemania y Estados Unidos han venido para conocer nuestro sistema, porque es de los más avanzados", recalca Villanueva, quien dice sin titubeos: "Aquí se te caduca la licencia de armas y a los dos días te estamos llamando a la puerta".

La mujer en la Guardia Civil 

Su primer año en prácticas lo hizo en la aduana de La Línea de la Concepción. Luego estuvo tres años y medio en Madrid, donde se especializó en Intervención de Armas y Explosivos, y en 2006 regresó al Campo de Gibraltar.

"No hay más mujeres en la Guardia Civil porque es difícil compatibilizar tu trabajo con tu vida personal"

Entre ese año y 2020, es decir, durante catorce años ha trabajado en Algeciras. Y tras unos años en Cádiz, ha regresado a Jerez, al cuartel de la Guardia Civil del Paseo de las Delicias, donde tiene ahora su base

Para ella, ser guardia civil "es una forma de vida". Y reflexiona sobre el bajo porcentaje de mujeres que, 37 años después, sigue habiendo en la Benemérita. "El principal problema es compatibilizar tu trabajo con tu vida personal, porque aquí cualquier ascenso conlleva cambio de destino", sostiene.

MARIA DEL CARMEN VILLANUEVA 09
La guardia civil, en un momento de la entrevista.  MANU GARCÍA

O los horarios, con turnos rotativos de mañana, tarde y noche. "Y después, pasa que la mayoría de las guardias civiles estamos casadas con guardias civiles. Entonces todavía peor, porque compatibilizar los dos es difícil".

"Muchas veces pienso que, si en acuartelamientos como el de Jerez, que es muy grande, pusieran guarderías, todo sería más llevadero. Es cuestión de evolucionar con la sociedad", apunta Villanueva.

En estos años, ¿se ha encontrado machismo dentro del cuerpo? "Tengo la comparativa de que el padre de mis hijas ha tenido la carrera profesional más increíble que se puede tener y yo la estoy teniendo cuando mis hijas tienen 17 y 21 años. Cuando eran pequeñas ni se me ocurría", responde. "Cuando hacía entrevistas, me preguntaban qué iba a hacer con las niñas. A él nunca le preguntaban".

Curtida en el Campo de Gibraltar

El grueso de su trayectoria profesional, María del Carmen Villanueva la ha desarrollado en el Campo de Gibraltar, concretamente en Algeciras, una ciudad que le encanta, por su entorno natural y por toda la gente que conoció. 

Aunque fuera una plaza complicada. Desde allí ejerció como secretaria provincial de la AUGC, coincidiendo además su mandato con el asesinato de los dos guardias civiles en el puerto de Barbate, y con el incesante narcotráfico que asola la zona. 

"Mis niñas han estado en el colegio y sus compañeros de clase les han dicho que de mayor quieren ser lancheros", cuenta. Y agrega: "Una vez le abrí el maletero a un chico en la aduana de La Línea, y tenía un gran equipo de música, con luces de neón... Tendría 18 años. Le pregunté si era de trabajar. Su respuesta: ¿Yo trabajar? Si por una carrerita en la playa gano 6.000 euros".

MARIA DEL CARMEN VILLANUEVA 16
La guardia civil posa en el patio del cuartel de Jerez.  MANU GARCÍA

Pero son situaciones que no la desmotivan. "A mí me gusta muchísimo mi trabajo", se encarga de decir en varias ocasiones durante la entrevista. Hasta tiene reseñas positivas en Google, donde muchos ciudadanos puntúan su labor, algo con lo que alucina.

Es una labor que lleva un cuarto de siglo desarrollando en la Guardia Civil, de la que habla con pasión. "Tiene tanta variedad que puedes hacer todo lo que te guste", dice.

Inspiración y ejemplo

María del Carmen Villanueva, por su trayectoria, ha sido elegida para ilustrar el mes de diciembre de la agenda Tributo a las Nuestras 2025 que elabora el Ayuntamiento de Jerez, con mujeres destacadas en distintos ámbitos.

"Mis niñas han estado en el colegio en Algeciras y sus compañeros les han dicho que de mayor quieren ser lancheros"

"Es una pasada que te hagan un reconocimiento así en tu ciudad", dice Villanueva. Al verse en las banderolas colgadas por el centro, pensó: "¡Hala, ya puedo descansar! Ya he hecho todo lo que he podido, tengo que pasar el relevo".

Ahora confiesa, tras dejar la secretaría general de la AUGC a nivel provincial, que necesita "paz" tras unos años muy intensos, con el asesinato de los compañeros David Pérez y Miguel Ángel Gómez, embestidos por una narcolancha en Barbate. O el agente Agustín Cárdenas, atropellado en Jerez por un coche que se dio a la fuga, y posteriormente fallecido.

"Han sido cuatro años en los que ha pasado todo, sin parar, y nosotros en la Guardia Civil no tenemos sindicatos, estamos asociados, entonces no estamos liberados, todo esto lo hice en mi tiempo libre. Es agotador", dice Villanueva, que seguro que encontrará una nueva lucha por la que pelear. Como lleva haciendo toda su vida.

Sobre el autor

francisco romero 4

Francisco Romero

Ver biografía

Lo más leído