En la noche del pasado sábado 6 de octubre tuvo lugar el traslado de las imágenes de la hermandad del Cristo de la Expiración de regreso a su sede canónica, en la Ermita de San Telmo, después de permanecer varios años en el convento de San Francisco. Tanto el Cristo de la Expiración como la Virgen del Valle Coronada son dos de las imágenes que más fervor mueven en el mundo cofrade y en la popular idiosincrasia jerezana, por lo que el evento estuvo arropado por numerosos vecinos y autoridades eclesiásticas y cofradieras, con el obispo José Mazuelos a la cabeza.
A ellos, han denunciado desde la plataforma laicista de Jerez, se sumó "nuestro Ayuntamiento, que donde hay devotos ve votos, y allá que fue en comitiva de gala para no ser menos ni perder puntada". En este sentido, relatan, "nuestra alcaldesa, Mamen Sánchez, junto con los tenientes de alcaldesa Francisco Camas y José Antonio Díaz, participaron del boato de la ocasión con la dedicación propia de un muñidor".
Díaz y Camas, cargando el Cristo. FOTO: Plataforma Laicista de Jerez.
No está de más recordar, abundan, que el traslado de estas imágenes se ha debido a que han estado fuera desde mayo del 2015 debido a la restauración de la ermita de San Telmo que, subvencionada por el erario público en diversas adjudicaciones, fue inmatriculada por el obispado en septiembre de 1983, mucho antes de que la Ley Hipotecaria permitiera la inmatriculación de lugares de culto con la reforma de Aznar de 1998.
Desde la Plataforma Laicista de Jerez, "demandamos la denuncia y derogación del Concordato y los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede, así como todos los suscritos en el mismo sentido con otras confesiones religiosas".
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