El escritor David Uclés, desconocido hasta hace no mucho, pero superventas con su novela La península de las casas vacías, hace un tiempo que se fue de X —la antigua Twitter— por los mensajes de odio que recibía. Y también amenazas.
"Este año me han insultado y amenazado por todas las redes sociales de forma muy bruta y desagradable. Me quité X para evitar leer algunos de estos comentarios, pero siguen dándose. Los tengo todos guardados y he decidido mostrarlos", apunta en una publicación realizada este 30 de diciembre, a punto de concluir el año.
"Entre otras muchas cosas, me han dicho que me pegarían un tiro si pudieran, que no creen que llegue a los 40 años, que soy un bujarra de mierda; que si me ven, me tragaré la boina, que vencerán y me callarán; que me merecía el bullying y la violencia física que sufrí de pequeño por tener pluma; que en unos años habré cometido pederastia y habré abusado de una niña menor y, lo más grave: que miento y me invento todas estas amenazas", prosigue Uclés.
"¿Se debe a haber escrito una novela sobre la Guerra Civil?"
El escritor jiennense se pregunta si se merece todos estos comentarios. Y se pregunta: "¿Se debe a haber escrito una novela sobre la Guerra Civil? ¿A haber vendido mucho? ¿A opinar con educación en un país libre y democrático? Si siempre dialogo y opino desde el respeto, ¿por qué me desean tanto mal?".
Y prosigue: "¿Por qué tienen que leer mis padres, familiares y amigos continuamente cosas así? ¿Y por qué niegan completos desconocidos estas amenazas sin consultarme antes siquiera?". Uclés cree que "nada de esto es justo" y lamenta que le acosen a diario "corazones podridos y mentes enfermas", razón por la que confiesa que siente miedo.
"Mi propósito para el nuevo año, en lugar de proyectar algo feliz y celebrar el éxito del libro y las alegrías que me comparten tantos lectores, es evitar que estas calumnias me afecten y mantener los ojos abiertos. Tensión y alerta ante una sociedad que se pudre cada día. Una tristeza total", abunda el escritor, que señala: "No me pienso callar más. "Denunciaré y señalaré cualquier vejación, ofensa y amenaza personal o hacia mi comunidad. Ya me cansé", proclama.


