Así es la "droga de los yihadistas" que reporta millones de euros a países de Oriente Medio

El Captagón, inicialmente utilizado para tratar la depresión, anula los sentidos de quien lo consume, convirtiéndose en una sustancia ideal para grupos terroristas

Drogas en una imagen de archivo.
Drogas en una imagen de archivo.

Hace aproximadamente 60 años en Europa y otros lugares del mundo como Estados Unidos era habitual el uso del Captagón como antidepresivo, sin embargo, los estudios científicos demostraron que poseía un nivel de adicción muy elevado, por lo que se prohibió su uso en los años '80.

Actualmente, esta droga está completamente desaconsejada por organismos como la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y por las Naciones Unidas, que la tienen incluida en su lista de fiscalización internacional. No obstante, existen pruebas de que se sigue produciendo y distribuyendo a gran escala en varios países de Oriente Medio y Oriente Próximo como Siria o incluso por el autodenominado Estado Islámico.

El Captagón originalmente era la marca de un medicamento psicoestimulante. Se utilizaba para el tratamiento de la depresión, la narcolepsia o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Usado en dosis moderadas, este medicamento provoca un aumento de la frecuencia cardíaca, aceleración de la respiración o supresión del apetito entre otros efectos. No obstante, se observó que a largo plazo podía producir depresión extrema, falta de sueño, intoxicación cardíaca y vascular o desnutrición, además de ser enormemente adictiva.

Es por ello que diferentes organismos sanitarios internacionales decidieron prohibirlo en tratamientos y añadirlo a sus listas de sustancias no recomendadas, pero en los últimos años se ha convertido en un auténtico filón en el mercado negro. No hay que olvidar que el tráfico de drogas es una de las mayores fuentes de ingresos de muchos grupos armados.

Dicho de otra forma, la venta de esta sustancia es una fuente de financiación del terrorismo. Además, su composición resulta ideal para convertir en 'zombies' a quienes la consumen. La conocida como "droga de los yihadistas" actúa directamente sobre el sistema nervioso y lleva a los terroristas a actuar con más decisión, ira y violencia. Básicamente anula la posibilidad de que tengan dudas o remordimientos a la hora de atacar. 

En 2015 las investigaciones policiales acerca del ataque terrorista en la Sala Bataclán de París confirmaron que en el suelo de la misma existían restos de Captagón que probablemente había consumido el autor del ataque, Salah Abdeslam. Por otro lado, según una investigación de la BBC británica, la venta de Captagón se ha convertido en la principal fuente de ingresos del gobierno de Siria y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ha alertado que desde el año 2010 no ha parado de aumentar el número de incautaciones de esta droga en todo Oriente Medio y Próximo.

Sobre el autor:

Pablo Mata

Pablo Mata

Periodista, graduado en la Facultad de comunicación de Sevilla en el año 2020. Miembro de la Asociación de Prensa de Jerez. He hecho prácticas y colaborado en varios medios para ganar experiencia. También escribo en mi propio blog sobre mi pasión, el deporte, y ahora tengo la oportunidad de aportar mi granito de arena en lavozdelsur.es.

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