El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha dado positivo después de hacerse las pruebas del coronavirus este martes, tras presentar una fiebre de 38 grados. Bolsonaro, uno de los grandes negacionistas de la enfermedad, lleva meses calificándola como "un pequeño resfriado" mientras su país lidera los índices mundiales en contagios y mortalidad, con más de un millón y medio de casos (sólo por detrás de Estados Unidos) y más de 60.000 muertos oficialmente registrados.
En actos de este mismo lunes pidió a las personas que tuvieran precaución al acercarse, mientras llevaba mascarilla, algo que no ha portado en numerosas ocasiones, y tenía el rostro cansado. “El presidente goza, en este momento, de buena salud y está en su residencia”, explicó el Gobierno en un comunicado. El hijo del presidente, Carlos Bolsonaro, ha lamentado “la inmensa cantidad de personas” pidiendo la muerte de su padre.
“La inmensa cantidad de personas que piden la muerte del presidente ejecutivo en este momento debería ser una cuestión de solidaridad inmediata de los líderes de los otros poderes. Pero lo que vemos nuevamente es lo selectivo de las indignaciones. ¡No tendrán éxito!”, expresaba.
Sí ha trascendido en medios internacionales que Bolsonaro ha comenzado a consumir hidroxicloroquina, un medicamento cuyos estudios han sido a menudo positivos pero sobre los que hay muchas dudas, toda vez que algunos de ellos también revelan una mayor mortalidad, razón por la que la OMS ha iniciado de nuevo los ensayos.
En los últimos meses, varios ministros de su Gobierno han tenido coronavirus. El pasado 4 de julio, Bolsonaro acudió a una fiesta en la Embajada de Estados Unidos por el Día de la Independencia del país. Asimismo, el presidente brasileño destituyó a su ministro de Sanidad cuando éste extendió a la población del país las recomendaciones de la OMS sobre distancia social, responsabilidad en el contacto con los demás y aislarse en el caso de presentar síntomas compatibles.
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