Un trabajador ha sido despedido en Cáceres tras negarse a repartir unas pizzas a un cliente musulmán. El empleado, tras ver el nombre del destinatario del pedido, dijo literalmente a su jefe que "no llevo pedidos a moros de mierda".
Los hechos ocurrieron el 29 de mayo de 2021, pero el repartidor recurrió el despido y presentó una demanda contra la empresa. El Juzgado de lo Social número 2 de Cáceres absolvió a la empresa en abril al considerar "procedente el despido efectuado".
La sentencia ha sido ratificada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que entiende que la expresión racista del trabajador es motivo de despido disciplinario.
En este sentido, dicho tribunal argumenta que "una negativa a cumplir el deber laboral basado en condiciones de raza de forma indiscriminada posee la suficiente entidad para entender que se ha faltado al respeto de manera grave al público, al empresario y al resto de trabajadores".


