Seguramente lo haya sufrido usted mismo. Depende del día y la hora. Hay momentos clave, como final de mes, comienzo del mes y día 25, el del cobro de pensiones. Los lunes, más que cualquier otro día, también. Quizás lo achaque al covid. Pero no, las colas en los bancos son ya una realidad tanto para interior como para cajeros que viene para quedarse.
Porque, según datos del Banco de España, recogidos por el diario económico Cinco Días, revelan un importante número de cierre de oficinas que lleva arrastrándose durante años. Primero, por la crisis econímica de 2008, que propició muchas fusiones y consecuentes cierres. Se daban realidades como que una misma entidad tuviera dos oficinas en la misma calle por esas fusiones. Segundo, por el auge de internet. Cada vez se realizan más trámites de forma telemática. Trámites que no implican dinero en mano y que antes se hacían, como poco, por cajero. A este fenómeno se unen las consultas, las actualizaciones de cartillas de ahorro. Todo eso bajó y los bancos lo aprovecharon.
Pero el contexto social ha propiciado más cierres, más concentración de entidades en unas pocas calles más transitadas o de referencia. En Jerez, algunas entidades solo están presentes en plaza del Caballo o entorno de calle Larga. Otras tienen allí sus oficinas más grandes, enfocadas al trabajo con empresarios, por ejemplo, mientras que las oficinas de barrio quedan para el día a día.
Pero cada mañana se multiplican las colas y es algo que llega para quedarse. Lo dan los citados números del Banco de España. En 2008 había más de 45.000 oficinas en todo el país. Al inicio de la pandemia eran ya 23.500, es decir, prácticamente la mitad. Y los nuevos movimientos que se han producido entre grandes bancos, y los que se seguirán produciendo, provocando una concentración de bancos, va a provocar alrededor de 4.000 cierres más.
Eso perjudica a varios sectores de la población. Primero, a quienes no vivan cerca del centro de una gran ciudad. Las zonas rurales lo van a tener cada vez más difícil. Y todo mientras se han popularizado las comisiones entre bancos por el uso de estos puestos para retirar efectivo. Segundo, la población menos cómoda en el mundo digital, como son los mayores. En tercer lugar, los empresarios de barrio que necesiten de entrega o retirada de efectivo al cerrar la caja.
Y todo ello cuando en España la atención al público por las tardes no se ha popularizado, una situación anómala para toda Europa. Algunas entidades restringen ciertos trámites a solo algunas horas, como el pago de impuestos o la entrega de efectivo en moneda a partir de cierta cantidad.
Por todo ello, las imágenes de las colas que se ven cada mañana han venido para quedarse. El futuro pinta así, con una oficina para cada 2.350 personas, cuando ya queden solo 20.000 oficinas en España. Eso cuando además estas 20.000 están concentradas en centros de ciudad. La mitad que cuando empezó la crisis económica de 2008. Ahora, la proximidad se va a convertir en un factor más para elegir un banco.
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