La Agencia Espacial Europea (ESA) y el colectivo científico estiman que el número total de objetos de desechos espaciales en órbita es de alrededor de 29.000 para tamaños mayores de 10 cm, 670.000 mayores de 1 cm y más de 170 millones más grandes que 1 mm.. Este hecho, según la ONU, pone en peligro futuras misiones e, incluso, las comunicaciones terrestres.
Todos los objetos espaciales hechos por el hombre son el resultado de los casi 5.000 lanzamientos desde el comienzo de la era espacial. Sin embargo, alrededor del 65% de los objetos catalogados se originan en rupturas en órbita (más de 240 explosiones), así como menos de 10 colisiones conocidas.
Estos desechos espaciales pueden ser tan grandes como un satélite inactivo, similar al tamaño de un automóvil, o tan pequeño como una escama de pintura. El verdadero peligro es la velocidad a la que se mueven estos objetos, más de 28.000 kilómetros por hora, que los convierte en auténticos proyectiles capaces de penetrar en cualquier nave o estación espacial. Más del 88 por ciento de la población mundial vive bajo la huella potencial de basura espacial.
Este viernes, la base norteamericana de Vandenberg, que observa el espacio las 24 horas del día, jugó un papel muy destacado en el seguimiento de la caída de los restos del cohete chino. El equipo tiene monitorizados y sigue las evoluciones de más de 23.000 objetos en el espacio exterior de la Tierra, una verdadera nube de desechos que amenaza, por ejemplo, la red de satélites que nos proporcionan la geolocalización en tierra.
El 11 de junio de 2011 la Estación Espacial Internacional (ISS) sufrió un episodio de peligro que obligó a los astronautas a refugiarse en las naves de rescate Soyuz, ante la evidencia de que un gran trozo de basura espacial iba a impactar contra la propia estación. Finalmente el trozo no impactó en la estación que no está fuera de peligro aunque orbite por encima de cinturón de basura espacial.
Desechos de cohetes
Pero el problema creado por la caída sin control de los restos del cohete chino es un asunto de mayor gravedad que ayer causó no solo una conmoción ciudadana sino restricciones del tráfico aéreo en España y que, de golpe, comprendamos la utilidad del protocolo de altas especiales que vienen ensayando los últimos días Interior con los móviles de los ciudadanos.
“Algunas etapas de los cohetes se quedan en órbitas bajas y vuelven a caer poco después del despegue, pero las más altas quedan flotando en el espacio y pueden, incluso, explotar por los restos de combustible que contienen creando miles de fragmentos más”.
“Los satélites tienen una vida útil limitada y, cuando se agotan sus baterías o se averían, quedan flotando en el espacio. Al principio de la carrera espacial se asumía que tarde o temprano la órbita de estos objetos abandonados decaería y se destruirían en la reentrada. Sin embargo, especialmente en órbitas altas, esto puede no ocurrir nunca”. Son datos que aporta la compañía Iberdrola en un informe sobre los efectos de la basura espacial.
El tercer y último módulo experimental de la Estación Espacial Tiangong de China, Mengtian, fue llevado a bordo de un cohete Long March 5B el 31 de octubre de 2022. En los días siguientes, el refuerzo central, estimado de 22,5 toneladas métricas del cohete, (aproximadamente del tamaño de un edificio de 10 pisos) comenzó una reentrada incontrolada a la Tierra.
La incertidumbre de dónde caerían en última instancia los grandes restos ha tenido un elevado nivel de riesgo para la seguridad humana y los daños a la propiedad, que está muy por encima de los umbrales comúnmente aceptados. Los expertos de la Corporación Aeroespacial en el Centro de Estudios de Desechos Orbitales y de Reentrada (CORDS) rastrearon activamente el cuerpo del cohete CZ-5B y compartieron sus predicciones de reentrada en su perfil de Twitter.
Advertencia de la NASA
El administrador de la NASA, el senador Bill Nelson, emitió la siguiente declaración el sábado con respecto a los restos del cohete chino Long March 5B: "Las naciones con capacidad espacial deben minimizar los riesgos para las personas y los bienes en la Tierra de las reentradas de objetos espaciales y maximizar la transparencia con respecto a esas operaciones. Está claro que China no está cumpliendo con los estándares responsables con respecto a sus desechos espaciales”.
Y añadió: "Es fundamental que China y todas las naciones espaciales y entidades comerciales actúen de manera responsable y transparente en el espacio para garantizar la seguridad, la estabilidad y la sostenibilidad a largo plazo de las actividades en el espacio ultraterrestre".
Y es que se han registrado más reentradas incontroladas de los cohetes Long March: ocurrieron en 2020, 2021 y más recientemente en julio de 2022– de los cuales, dos dieron lugar a grandes residuos que aterrizaron cerca de áreas pobladas. Según el monitoreo y análisis, aproximadamente a las 0:55 del 31 de julio de 2022, los restos de la última etapa del vehículo de lanzamiento Long March-5B Y3 entraron en la atmósfera terrestre y se destruyeron.
El miércoles 10 de agosto del presente año 2022 China envió al espacio 16 nuevos satélites desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Taiyuan en la provincia norteña de Shanxi. Los satélites, incluido un satélite Jilin-1 Gaofen 03D09 y Yunyao-1 04-08, fueron lanzados por un cohete portador Long March-6 a las 12:50 p.m. hora de Beijing y entraron en la órbita planificada con éxito. El nuevo lote de satélites se utiliza principalmente en campos como la teledetección comercial y las imágenes atmosféricas. Este lanzamiento marcó la misión número 432 para los cohetes portadores de la serie Long March y la pregunta es ¿dónde han caído sus restos?
Cómo diferenciar un meteorito de los restos de un cohete
La regla general es que las reentradas naturales de meteoritos ocurren rápidamente y generalmente duran menos de unos pocos segundos, mientras que las reentradas hechas por el hombre ocurren lentamente, y generalmente pueden durar de 20 a 90 segundos o más.
Hay que mirar al cielo ante nuevas amenazas. Si un objeto se mueve lenta y constantemente a través del cielo a una velocidad similar a la forma en que se movería un avión rápido, y está arrastrando una larga racha brillante detrás de él, probablemente sea una reentrada.
*Este vídeo tomado por la ESA desde un avión de observación muestra una vista de cerca de la nave espacial ATV-1 que vuelve a entrar sobre el Océano Pacífico después de completar su misión de reabastecimiento de la ISS.
Si parece haber un grupo apretado de puntos brillantes que se mueven en la misma dirección a velocidades similares, y todos dejando rayas detrás de ellos, entonces es muy probable que sea una ruptura de reentrada Si el objeto se mueve extremadamente rápido, y el evento desaparece en un instante o unos pocos segundos, entonces es muy probable que sea un meteorito.
Si parece haber un solo objeto, o parece explotar, entonces podría ser un meteorito bólido.
El último satélite europeo
El último satélite lanzado por Europa, llamado Eutelsat Hotbird 13F, fue desarrollado y construido por el fabricante de satélites Airbus para el operador de satélites Eutelsat. Se basa en la plataforma de telecomunicaciones por satélite Eurostar Neo, desarrollada en el marco de un proyecto de asociación de la ESA con Airbus diseñado para fomentar la innovación y la competitividad en la industria espacial europea.
Fue lanzado en un vuelo de Space-X desde Cabo Cañaveral, EE.UU., a las 01:22 hora local del 15 de octubre. El satélite es uno de un par idéntico, el segundo de los cuales, Eutelsat Hotbird 13G, se lanzará el próximo mes. Una vez en órbita geoestacionaria a unos 36.000 km sobre la Tierra, los satélites gemelos reforzarán y mejorarán la transmisión de más de mil canales de televisión en hogares de Europa, África del Norte y Oriente Medio, reemplazando a tres satélites más antiguos. Space X, la compañía aeroespacial de Elon Musk, no tiene problemas de desechos porque sus cohetes regresan intactos a la superficie terrestre.
Comentarios