Una ballena engulle a un buzo y lo escupe al mar: "Pude sentir que me estaba moviendo"

Michael Packard, de 54 años, estuvo 40 segundos en el interior de una ballena jorobada que intentó comérselo cuando estaba buceando en la costa de Provincetown

El buzo Michael Packard, recuperado en el hospital.  BBC
El buzo Michael Packard, recuperado en el hospital. BBC

El buzo pescador de langostas Michael Packard ha estado a punto de morir engullido por una ballena jorobada. El hombre de 54 años ha contado a la CNN como el enorme mamífero se lo tragó y se quedó durante 40 segundos en su interior. Después, lo escupió al mar dejándole en libertad.

El hombre estaba buceando por la costa de Provincetown, Massachusetts, cuando el animal de hasta 16 metros y 36.000 kilos, le sorprendió. "Me sumergí a unos 13 metros de agua y, de repente, sentí un gran golpe y todo se oscureció. Pude sentir que me estaba moviendo, y pensé, ‘Dios mío, ¿me acaba de morder un tiburón?'", explicó a la cadena de televisión americana.

"Luego palpé y me di cuenta de que no tenía dientes. Realmente no sentí un gran dolor. Luego me di cuenta, ‘Dios mío, estoy en la boca de una ballena. Estoy en la boca de una ballena y está tratando de tragarme'", contó el buzo experimentado que prosiguió su relato. "Una de las cosas que pasaron por mi mente fue, ‘Oh, Dios mío, si me traga, estoy respirando aire, ¿pero voy a poder respirar en la boca de esta ballena hasta que se acabe el aire?". 

Tras 30 segundos interminables y terroríficos en los que Michael pensó que iba a morir al no ver la forma de salir de ahí, la ballena le escupió. "Me lanzó al aire, caí en el agua y fui libre", expresó. Michael fue trasladado al hospital tras ser rescatado del mar y recibió asistencia médica. El buzo no podía creer que había salido de la ballena y que estaba vivo para poder contar la experiencia. 

Fue un compañero de su tripulación el que sacó al buzo del agua y lo llevó al centro sanitario más cercano. Según ha explicado la bióloga Jooke Robbins, directora de estudios de ballenas jorobadas en el Centro de Estudios Costeros en Provincetown, en la CNN, es inusual ver a las ballenas jorobadas hacer este tipo de cosas. Aunque, "se mueven rápidamente tratando de recoger una gran cantidad de comida, y cuando lo hacen, no ven todo con claridad". La experta explica que Michael nunca hubiese sido engullido por el cetáceo ya que su garganta no es lo suficientemente grande como para que una persona pueda pasar por ella. 

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