La autopsia practicada al agente de la Policía Nacional que falleció el domingo en Andújar apunta a que murió tras ser alcanzado de forma fortuita por la misma bala que disparó su compañero contra el individuo que le había tirado al suelo y le estaba golpeando con un martillo y un cuchillo, según ha desvelado fuentes policiales.
Todo apunta a que el agresor recibió un disparo cuando se abalanzó contra el agente de la Policía y que esa misma bala, en el momento en el que trataba de repeler la agresión, es la que impactó en el estómago del segundo policía, provocándole la muerte.
Los hechos ocurrieron el domingo, cuando los agentes fueron avisados de una disputa entre vecinos. Al llegar la dotación, el individuo, que tenía un cuchillo y un martillo con el que estaba golpeando la puerta de su vecino, se abalanzó contra los agentes.
La primera versión del accidente apuntaba a que el agente fallecido, de 40 años, habría sido herido con un arma blanca en el forcejeo con este vecino. No obstante, la investigación ha confirmado que fue un disparo que recibió cuando trataba de socorrer a su compañero, que se recupera de las heridas al recibir un martillazo en la cabeza y varias puñaladas.
El agresor, que blandía un cuchillo y un martillo, recibió el impacto de tres balas, según las fuentes consultadas por Europa Press. Primero recibió un disparo en el forcejeo en el suelo –que es la bala que luego impacta en el otro agente, falleciendo– y, posteriormente, cuando huía a pie, otros dos disparos más en zonas no vitales, concretamente en glúteo y rodilla.
En su pueblo natal, Marmolejo, se han decretado tres días de luto "para honrar la memoria de nuestro vecino trágicamente fallecido en el cumplimiento de su servicio", el cual van a proponer para que se le conceda la Medalla de Oro a título póstumo, según han informado en sus redes sociales.
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