Un técnico de ambulancias obligado a trabajar con la muñeca rota: "Se me puede caer un paciente por las escaleras"

Antonio Moreno ha sido operado dos veces por la tenosinovitis de De Quervain que padece, un trastorno de los tendones que le impide coger peso con normalidad. La inspección laboral le dio el alta a pesar de que un informe médico-pericial recomienda que se le conceda la incapacidad permanente

Antonio Moreno, técnico de transporte sanitario, con la mano derecha vendada.
Antonio Moreno, técnico de transporte sanitario, con la mano derecha vendada. MANU GARCÍA

Antonio se notó, en 2018, que le dolía mucho la mano y decidió ir al médico. Le mandaron calmantes, estuvo de baja, pero el dolor persistía. Hasta que le llegó el diagnóstico: tenosinovitis de De Quervain. Este trastorno común afecta a los tendones de la muñeca, lo que limita el movimiento tanto de la propia muñeca como del pulgar.

Antonio Moreno, técnico de transporte sanitario de profesión, pasó por quirófano en febrero de 2019, aunque después de someterse a la operación y de estar un tiempo de baja, se reincorporó a su empleo y seguía sintiendo molestias. En octubre de 2020, poco más de año y medio después, volvió a operarse. “El dolor persistía, no estaba bien”, explica a lavozdelsur.es.

Hace unos días se reincorporó a su puesto de trabajo. Nada más acabar la jornada, tuvo que ir al centro de salud y le pincharon Nolotil para mitigar el dolor. Un par de días después, también. Antonio critica que le hayan dado el alta cuando no está apto para trabajar. “Unos chavales tuvieron que ayudarme a subir varios carritos el otro día”, recuerda. Y en otra ocasión a punto estuvo de provocar la caída de una paciente. Su empleo, además de conducir la ambulancia, implica el traslado de enfermos, y su muñeca hay veces que le falla.

Antonio Moreno, que lleva más de 20 años como técnico de transporte sanitario, está acusando el desgaste de las labores que conlleva su profesión. Una de las causas de la tenosinovitis de De Quervain es la sobrecarga de la muñeca, aunque no tiene ningún informe médico que lo relacione. “Yo pido la incapacidad permanente, porque no puedo trabajar, y además corro el riesgo de que me echen porque no estoy cumpliendo con mi trabajo”, cuenta.

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Antonio, mostrando sus muñecas.  MANU GARCÍA

El dolor crónico que padece le está pasando factura, también a nivel psicológico. “Muchas noches no duermo pensando en que puedo hacer daño a un paciente”, dice. De momento está de vacaciones, y en pocos días debe reincorporarse a su puesto, un momento que intenta evitar a toda costa. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), en última instancia, no le concede la incapacidad por “no presentar reducciones anatómicas o funcionales que disminuyan o anulen su capacidad laboral”.

El INSS se niega a concederle la incapacidad permanente, a pesar de que Antonio Moreno tiene un informe médico-pericial emitido por el doctor especialista en Medicina del Trabajo, Elías Rodríguez, y consultado por lavozdelsur.es, que concluye que “las limitaciones y menoscabos funcionales son “incompatibles con su profesión habitual de técnico de transporte sanitario”.

El informe del doctor Rodríguez, emitido el pasado mes de junio, especifica que “las lesiones que padece el paciente y agravadas con el paso del tiempo, le configuran un cuadro clínico que determinan al trabajador imposibilidad en la actualidad para que pueda desarrollar el trabajo de técnico de transporte sanitario con las exigencias que se requieren de dedicación, continuidad, eficacia y responsabilidad”.

“Psicológicamente estoy mal”, confiesa Antonio, “me pongo a pensar que se me puede caer un paciente por las escaleras…”, agrega el trabajador, quien espera que la inspección recapacite. “La mutua remite al INSS que estoy bien, éste le hace caso y me incorpora, pero no puedo trabajar”, insiste. “Me han llegado a decir que para conducir, como soy zurdo, no me hace falta la mano derecha, pero también tengo que montar enfermos y subir carritos o camillas”, cuenta.

ANTONIO CONDUCTOR DE AMBULANCIA LESION MANO 1
Antonio, mostrando el informe que recomienda la concesión de la incapacidad temporal.  MANU GARCÍA
 

“Los requerimientos de carga física, de manejo de cargas y de la mano son 3/4 en el caso de manejo de enfermos”, insiste en su informe el doctor Elías Rodríguez, quien asegura que Antonio Moreno, tras su informe médico-pericial, también “debe ser valorado por el EVI (equipo de valoración de incapacidades) a fin de ser considerado en incapacidad permanente total”.

“Amenazas soterradas”

“A veces suceden estas pequeñas amenazas soterradas, que se hacen buscando el miedo, para que los trabajadores se den de alta”, cuenta Alberto Puyana, responsable provincial del sector de Sanidad de CSIF en Cádiz. “La inspección laboral lleva muchos años siendo muy estricta”, relata Puyana en declaraciones a este medio. En muchos casos, motivados por la picaresca de unos pocos.

“El problema es que solemos pagar justos por pecadores. A lo mejor se ha dado un caso de fraude y se piensan que todo el monte es orégano… Me parece muy grave por parte de la Administración hacia todo profesional que sufre algún tipo de baja. Estoy seguro de que la mayoría de trabajadores estarían mejor sin estar de baja”.

El responsable de Sanidad de CSIF en Cádiz asegura que esta situación no es nueva, ni se ha agravado por la pandemia, sino que llevan muchos años “peleando” para que se estudien de forma pormenorizada los casos, para que la inspección médica no realice “altas prematuras”.

“Hay un malestar entre los trabajadores por el continuo crecimiento de casos”, agrega Alberto Puyana, quien considera que se debe a la “digitalización” del sistema, que provoca la “despersonalización” de cada caso. “Para el sistema todas las fracturas de muñeca son iguales, tienen un periodo de baja, y una vez se cumple se da el alta. Pero hay que estudiar a cada persona”.

En una reunión celebrada a mediados de 2020, sindicatos médicos, entre ellos el CSIF, pidieron a la Junta de Andalucía que se prestara más atención a estos casos. “En los meses sucesivos hubo cambios, pero volvemos a tener casos de altas prematuras como antes”, sostiene Puyana, para quien éste “es un problema endémico, y en Cádiz es bastante común”.

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Francisco Romero

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Antes de terminar la carrera, empecé mi trayectoria, primero como becario y luego en plantilla, en Diario de Jerez. Con 25 años participé en la fundación de un periódico, El Independiente de Cádiz, que a pesar de su corta trayectoria obtuvo el Premio Andalucía de Periodismo en 2014 por la gran calidad de su suplemento dominical. Desde 2014 escribo en lavozdelsur.es, un periódico digital andaluz del que formé parte de su fundación, en el que ahora ejerzo de subdirector. En 2019 obtuve una mención especial del Premio Cádiz de Periodismo, y en 2023 un accésit del Premio Nacional de Periodismo Juan Andrés García de la Asociación de la Prensa de Jerez.

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