Una noche, de madrugada, cuando estaba ingresada en el Hospital Clínico de Puerto Real, una joven de San Fernando de 21 años se despertó sobresaltada tras comprobar que un hombre estaba postrado encima de ella, besándola y realizándole tocamientos mientras se masturbaba. Los hechos están denunciados ante la Policía, como publica Diario de Cádiz, que relata lo sucedido. La joven agredida, que recibía sedantes para conciliar el sueño, tardó en percatarse de la presencia de un hombre en su habitación.
Los hechos tienen lugar en la unidad de Salud Mental del centro hospitalario de Puerto Real, donde la joven fue trasladada desde el Hospital Puerta del Mar para tratarle una dolencia, ya que allí estaría sometida a videovigilancia y más controlada, supuestamente, por las medidas de seguridad que existen en esta unidad. Pero en el momento de la agresión, "las luces estaban apagadas y los enfermeros tumbados en las sillas", según consta en la denuncia.
La joven no interpuso denuncia hasta el lunes después de los hechos, que tuvieron lugar en la madrugada del sábado al domingo, después de hablar con su familia y recibir la autorización de los responsables médicos de la planta para dejar la unidad de Salud Mental e interponer denuncia. Pero más tarde volvió a ingresar en el centro hospitalario, en la misma planta donde ocurrieron los hechos, conviviendo muy cerca de su agresor durante varios días.
La familia de la joven está pensando en denunciar al Servicio Andaluz de Salud (SAS) por el trato recibido, ya que señala que no le dio la importancia que merece a estos hechos, ni se tomaron las medidas necesarias. De hecho, el hombre que agredió sexualmente a la isleña no es la primera vez que actúa de esa manera. "Me consta que hay otra denuncia presentada por hechos similares", sostiene el padre de la joven, que durante su estancia una vez presentó denuncia estuvo sola, ya que en esa planta no se permite el acompañamiento familiar.
La Junta de Andalucía colabora en la investigación de los hechos y asegura que se adoptaron medidas cautelares y que el presunto agresor ingresó en una institución penitenciaria. El Gobierno andaluz relata que el personal sanitario de la planta "no estaba dormido", sino atendiendo a otros pacientes, por eso tardaron en reaccionar.
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