Ni colegio ni fútbol ni celebraciones de Navidad. Calamonte sumaba buenas cifras de coronavirus, pero este pequeño municipio de Badajoz se ha visto obligado a echar prácticamente el cierre del pueblo por un brote en un momento muy delicado, a una semana de la Nochebuena.
Según informaban desde Cope en la provincia, la alerta se ha elevado después de que un grupo de hombres que acudió a Turquía a injertarse pelo han dado prácticamente todos positivo. El viaje se produjo en el puente de la Constitución. La cuestión, primeramente, es si este movimiento estaba permitido según la regulación actual, toda vez que el asunto de la movilidad compete a Junta de Extremadura y Gobierno de España, que requieren causas justificadas.
Así, aunque se considerase causa justificada, lo cierto es que las personas que volvieron de Turquía se habrían infectado antes de volver y ahora el pueblo está cerrado. Toda actividad educativa de su colegio pasa a no presencial, la tasa de contagios se ha disparado, eventos de la Navidad se están cancelando y hasta el equipo del pueblo ha aplazado sus partidos por positivos en la plantilla.
La cuestión es que esas personas habrían sido contagiadores entre la población de forma no deseada. Un imprevisto que ahora azota al pueblo y que está en estudio, pues se espera que de los 28 positivos sumados en las últimas 24 horas, se vayan incrementando, desgraciadamente, en los próximos días. Por eso, es más que posible que el Gobierno extremeño implemente medidas más restrictivas próximamente, mientras ya aconsejan no salir de casa más que lo imprescindible.
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