El CEO de la farmacéutica alemana Biontech, Ugur Sahin, el verdadero alma mater de la primera vacuna que comercializará el laboratorio estadounidense Pfizer contra la covid ha ofrecido una serie de predicciones en relación a 2021 y a la evolución de la pandemia, dejando claro que quedan meses por delante complejos, pero que el próximo otoño-invierno ya podría hacerse vida normal.
Este invierno va a ser duro" ha comentado Sahin en una entrevista a la BBC en la que ha dicho que no espera que la vacuna vaya a tener un impacto significativo antes de finales de 2020. "Si todo sigue yendo bien, comenzaremos a entregar la vacuna finales de este año", ha asegurado y ha indicado que la meta que se han propuesto es la de lograr entregar al menos 300 millones de dosis hasta abril. Ese sería el momento en el que, según el CEO de Biontech, se podrían empezar a notar los primeros efectos inmunitarios de la vacuna en las tasas de contagio de la pandemia.
"Los mayores resultados se verán en verano", ha asegurado, al tiempo que espera que para esas fechas las altas temperaturas contribuyan también a que se reduzca la propagación del virus. En todo caso, ha considerado como “absolutamente esencial” que “obtengamos una tasa de vacunación alta cuando llegue el otoño y el invierno del próximo año, o incluso antes". Por ello, ha recalcado que todas las campañas de vacunación e inmunización deben enfocarse en el otoño de 2021.
“Estoy seguro de que esto sucederá porque se ha pedido a varias empresas de vacunas que aumenten el suministro para que podamos tener un invierno normal el próximo año“, ha pronosticado el inventor de una primera vacuna que ya es un 5% menos eficaz que la que ha anunciado este lunes el laboratorio Moderna, que ya observa una eficacia del 94,5% en fase 3.
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