La melatonina, uno de los suplementos más utilizados para conciliar el sueño, empieza a generar preocupación entre la comunidad científica. Mientras sus ventas continúan al alza, un nuevo estudio advierte que su consumo prolongado podría aumentar el riesgo de insuficiencia cardíaca.
Carlos Egea Santaolalla, coordinador de la Alianza por el Sueño y presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño, explica en Noticias Cuatro que la popularidad del producto es evidente: "La vemos por todas partes. Uno va a la farmacia, yo entro a la mía, y lo primero que veo es melatonina. Y no solo en farmacias, porque se vende sin receta. Incluso la venden igual en el supermercado. La gente lo considera un tratamiento bellísimo".
Los riesgos de la melatonina
Sin embargo, advierte sobre sus riesgos: "Tomar melatonina durante un año en el contexto de insomnio puede generar un 90% más de probabilidades de tener insuficiencia cardíaca, de ingresar y, por tanto, de tener más riesgo de fallecer", señala. El estudio, realizado con más de 130.000 personas, muestra que el riesgo pasó del 2,5% al 4,6% entre quienes tomaban el suplemento de manera prolongada, casi duplicándose.
"Nos llama la atención, porque no se conocía esta asociación con problemas cardiovasculares. No es tan inocuo como se venía pensando", añade Egea, aunque aclara que se trata de una asociación estadística y no de una relación directa de causa y efecto: "No hay causa-efecto. Tenemos que buscar si hay causa-efecto".
Pese a estos hallazgos, los especialistas recomiendan prudencia más que alarma. "No debería tomarse todos los días sin control médico. No es un tratamiento que se pueda dar al azar, porque no todos son beneficios ni todos deberíamos tomarla", subraya Egea.
Recomendada para casos muy concretos
Según el coordinador de la Alianza por el Sueño, la melatonina solo está indicada en casos muy concretos: personas mayores de 55 años con insomnio crónico, niños con trastorno del espectro autista y situaciones puntuales como el jet lag. En todos los casos, siempre bajo supervisión médica.
Este hallazgo abre un debate sobre el uso generalizado de la melatonina y subraya la necesidad de un consumo responsable y supervisado, a pesar de su aparente inocuidad y disponibilidad sin receta.
