La Fiscalía de Sevilla ha decidido archivar la denuncia presentada por la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Sevilla (Amama) por un supuesto borrado de mamografías dentro del Servicio Andaluz de Salud (SAS). El organismo sostiene que no existen indicios de delito alguno relacionado con el descubrimiento o revelación de secretos, ni tampoco con posibles daños informáticos, tal y como había planteado la entidad. La resolución, avanzada este martes por ABC y confirmada posteriormente a EFE por fuentes fiscales, desmonta por completo la hipótesis de una eliminación deliberada de imágenes médicas.
Según detalla el fiscal en su decreto, lo que realmente se produjo fue una “avalancha de peticiones” que saturó el sistema hasta el punto de impedir su funcionamiento normal. Esa caída de los servidores habría generado la impresión de que determinadas pruebas habían desaparecido, cuando, subraya, nunca existió un borrado real ni intencional. En consecuencia, no se aprecia delito alguno y el procedimiento queda cerrado.
La denuncia de Amama fue respaldada días después por el Defensor del Paciente, que alertó de la posible destrucción de documentos con información extremadamente sensible sobre la salud y el tratamiento de muchas afectadas. Se apuntaba incluso a presuntos delitos de infidelidad en la custodia de documentos, vulneración de la intimidad y una falta de integridad en el ejercicio de funciones públicas.
Sin embargo, la Fiscalía descarta una por una todas esas acusaciones. No se han encontrado “evidencias directas de manipulación intencionada”, ni rastro de actuaciones humanas que hayan alterado o borrado material médico. Insiste además en que la caída del sistema se produjo por la incapacidad de los servidores para soportar el volumen de solicitudes de visionado de imágenes, especialmente las relacionadas con el módulo de atención a la ciudadanía.
El Ministerio Público destaca también que los datos clínicos analizados —los que figuran en la historia médica de las mujeres afectadas— “son íntegros, auténticos y coincidentes”, sin constancia documental ni técnica de un borrado voluntario, un fallo humano o una actuación contraria a los protocolos establecidos.